Aunque existe una regulación para el juego online en España desde 2012 puesta en marcha por la DGOJ (Dirección General de Ordenación del Juego), que beneficiaba al operador y al jugador por igual, el 3 de noviembre de 2020 se aprobó la Ley Garzón. Esta incide en la protección de actitudes fraudulentas en este entorno, controlando más eficazmente el desarrollo del juego de forma más responsable y segura.