Por Emma Hakobyan
Abogada
El principio de autodeterminación, ha sido el fundamento legal para defender la independencia de Artaj desde el año 1988, y es uno de los principios fundamentales recogidos en la Carta de las Naciones Unidas, concretamente el artículo 1.2.
Los territorios armenios de Artsaj se transfirieron de forma arbitraria a la República Soviética de Azerbaiyán. Artsaj fue un territorio autogobernado durante la etapa soviética. Ante la previsible disolución de la Unión Soviética. El pueblo de Artsaj votó mediante un referéndum su independencia. El 95% de la población de Artsaj estaba compuesta por armenios. Dicho referéndum fue el motivo del inicio de la primera guerra de Artsaj entre los años 1991 y 1994.
Desde la aprobación de la Carta de las Naciones Unidas el principio de autodeterminación ha sido empleado para liderar el proceso de descolonización, sin embargo se trata de un derecho universal y no limitado al proceso de descolonización.
La utilización de la descripción legal de “secesión remedial”, describe situaciones en la que un grupo con una identidad cultural propia, unificado, y cohesionado de personas ostenta el derecho de separarse de un Estado como medida de protección para garantizar la superviviencia de un pueblo en vías de poder sufrir graves violaciones de Derechos Humanos, tales como; depuraciones étnicas, crímenes de lesa humanidad, o un genocidio.
La aplicación del principio de secesión remedial es el instrumento legal que permite encontrar un remedio a la situación de violaciones de Derechos Humanos sufridos por el pueblo de Artsaj y al temor de sufrir una limpieza étnica.
El pueblo armenio es de credo cristiano, tiene una identidad cultural propia, alfabeto propio, y se conoce que es una de las civilizaciones más antiguas del mundo. Existen diferencias culturales, religiosas, e históricas que han impedido una convivencia pacífica con el pueblo de Azerbaiyán.
A fecha de hoy la población armenia de Artsaj lleva más de 10 días en una situación de bloqueo. El corredor de LACHIN, corredor que permite la comunicación entre Armenia y Nagorno Karabaj, está siendo bloqueado por los azerbaiyanos. La población armenia lleva más de 10 días sufriendo un bloqueo en el suministro de gas, bienes de primera necesidad tales como comida y medicinas.Todo ello impide el normal desarrollo de la vida cotidiana del pueblo de Artsaj. El fin último del bloqueo es forzar el desplazamiento de los armenios, y vaciar Artaj de su población nativa. Más de 120.000 personas residentes en Artsaj siguen preservando la fe en el Derecho Internacional y en la acción que esta puede emprender para socorrer al pueblo armenio de Nagorno Karabaj.
El 21 de Diciembre del año 2022, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en base al artículo 39 de la Normativa de la Corte, ha exigido al Gobierno de Azerbaiyán adoptar todas las medidad necesarias para garantizar la libre circulación de personas enfermas que precisen tratamiento médico en Armenia, y otros que precisen medios para subsistir.
El 27 de septiembre del año 2020, Azerbaiyán inició una guerra a gran escala contra Artaj que se saldó con más de 4.000 soldados, y civiles abatidos por el ejército azerbaiyano. La guerra finalizó con una Declaración de Alto al fuego forzada por Rusia. Las partes acordaron frenar la guerra y en otros aspectos del acuerdo, retornar a los presos de guerra, sin condiciones previas. Armenia liberó y retorno a todos los presos de guerra de Azberbaiyan, y en cambio Azerbaiyan sigue manteniendo en cautiverio a presos de guerra armenios. Human Rights Watch ha reportado casos en los que los presos de guerra aremenios ha sido torturados, y sometidos a tratos degradantes. En el año 2022 la soldado Anush Apetyan fue capturada, mutiladada, y el vídeo de su cuerpo mutilado circuló en grupos de Telegram para azerbaiyanos. En el último año fueron creados 119 sticks en telegram con imágenes de soldados armenios abatidos en la guerra, y fueron descarrgados 20.000 veces por ciudadanos azerbaiyanos en 5 días. Todo ello evidencia un odio arraigado que impide alcanzar acuerdos de paz duradera. Los armenios son desprovitos del derecho a ser respetados como seres humanos por parte de Azerbaiyán.
La segunda guerra de Artsaj dinamitó el uso de la política y el Derecho Internacional para solventar conflictos internacionales. Generando un precedente que ha de ser neutralizado y erradicado. La Carta de las Naciones Unidas compele a las naciones al arreglo pacífico de las controversias, la prevención de conflictos, y su solución.
El riesgo de sufrir una depuración étnica sigue siendo patente dada la situación actual de inseguridad y los precedentes bélicos existentes y las políticas de odio y discriminación adoptadas por parte del Gobierno de Azerbaiyán contra el pueblo armenio.
La situación de peligro que atraviesa el pueblo armenio únicamente tiene una vía de solución, y es el reconocimiento de la independencia de Artsaj para garantizar la seguridad, la supervivencia del pueblo de Artsaj y la paz duradera en la región.
La Comunidad Internacional tiene a su alcance medios para desbloquear la situación de catástrofe humanitaria reconociendo la independencia de Artsaj, y desplegando cascos azules que garanticen la vida y la seguridad personal del pueblo armenio.
