La muerte del famoso escritor sueco de la saga Millenium no sólo dejó huérfanos a millones de lectores, sino que generó una macabra paradoja: su compromiso con la situación de las mujeres, propiciado al ser testigo de una violación con tan solo 14 años, no fue continuado por su padre Erland y su hermano pequeño Joakim, que dejaron a su pareja durante 32 años, Eva Gabrielsson, fuera de su legado.