Por Patricia Giménez.
Periodista y directora de Fantastictac Comunicación.
El marketing y la comunicación de un bufete de abogados, si son eficientes, pueden marcar la diferencia entre tener éxito y alcanzar un gran éxito. Pero transmitir, de forma correcta y atrayente, los servicios que se ofrecen al público no solo puede acelerar el crecimiento del despacho, sino mantenerlo en alza en los tiempos de pandemia que vivimos. La notoriedad también es un aspecto esencial, y de hecho es el primer paso aunque al principio no reporte clientes directos. Esforzarse en conseguir una excelente reputación (lo cual debe ser siempre un objetivo paralelo) ayudará a inclinar la balanza a personas que están buscando ayuda legal.
Estos aspectos pueden parecer obviedades, sin embargo saber ejecutar esas claves es la base de un buen trabajo en la esfera comunicacional. Los letrados no se deben conformar con una presencia débil y sin periodicidad en las redes sociales, ni tener una página web chapada a la antigua. O sin blog si por su actividad puede ser útil. Ni, por supuesto, con contenidos que carezcan de calidad y que solamente sean publicitarios o estrictamente marquetinianos. Poseer las herramientas no es suficiente con la competencia que existe en la actualidad. Ni tampoco utilizarlas sin objetivos ni estrategias claras, aunque sí con paciencia. La fama ha de ganarse, como aprendimos en los años ochenta.
Clientes que permanecen
Recuerdo, al comienzo de mi trayectoria profesional como periodista hace ya más de 20 años, cómo los clientes me decían al día siguiente de haber publicado un post en su cuenta de Facebook o Twitter algo así como “no ha venido nadie hoy por lo que pusiste ayer en las redes”. Con todos mis respetos, esa prisa es una falacia si se desea hacer una labor adecuada. En el extremo contrario, no olvido a otros clientes que me lo decían ellos mismos: “esto es una carrera de fondo, Patricia”, y que ahora tienen una enorme repercusión en su ramo. Y que, por ese motivo, no han dejado de contar nunca conmigo. A la par, por descontado, que han alcanzado una facturación muy notable.
Un ejemplo admirable de éxito en esta línea son los profesionales de Campmany Abogados. Su equipo es imparable y tiene las cosas muy claras. Son, además, muy queridos no solo por sus clientes sino también por sus seguidores en Youtube, Facebook e Instagram. Tengo el honor de poder colaborar como autónoma con ellos desde hace años, incluso antes de fundar mi propia agencia. Y por ello soy testigo y partícipe de la cantidad de tiempo y esfuerzo que dedican (dedicamos) a comunicar, adaptándonos tanto a las corrientes del mercado como a las demandas de las personas.
El periodismo, no sustituible
Contratar a un licenciado en periodismo, trabaje o no bajo las indicaciones de un responsable de marketing -y acompañado o no de otros especialistas de diferentes formaciones a su lado-, es bajo mi criterio otro de los ejes bajo los que se articula una buena comunicación. Es lo que asegurará la calidad del trabajo realizado, no solo en cuanto a contenidos sino en todos los aspectos. La capacidad de análisis y documentación de un periodista, junto a su exhaustividad, son un punto a favor muy necesario. Sin mencionar los conocimientos de redacción y de ortografía y gramática. Así como el hecho de saber desenvolverse en distintos ámbitos. En este punto, si hablamos del experto ideal para un bufete de abogados, no hay que olvidar sin embargo que la experiencia en el campo legal lo es casi todo. Porque atesorar años de trayectoria en materia jurídica es lo que realmente te hace moverte mejor que otros en este sector. E investigar y nunca dejar de formarte en la especialidad del cliente.
Yo misma cursé la especialización de belleza y moda en la facultad de Ciencias de la Información, pero después mi vida laboral me ha conducido a ser experta en abogacía desde el punto de vista de la comunicación. Y tras mi amplia experiencia en ello, he comprobado que la calidad (apuntando en todo momento a la excelencia) que podemos aportar los periodistas en la comunicación jurídica es un enorme valor, y muy apreciado por los abogados.
Sentencias que son noticia
Otra faceta de mucho valor del trabajo del periodista en el departamento de comunicación de un bufete es la del gabinete de prensa, es decir, de contacto con los medios de comunicación para que publiquen noticias, entrevistas y artículos de forma gratuita. Se trata de un trabajo muy personal de relaciones públicas cuyo fin es que el cliente aparezca en webs y prensa escrita -o audiovisual- sin tener que pagar por publicidad o por branded content, sino por lo noticiable e interesante de un contenido concreto. No es esta una tarea fácil, y en ella es imprescindible que se tengan los contactos de confianza adecuados. Y cuidarlos sin defraudarles. Y, sin duda, poseer la iniciativa suficiente para lograr colaboraciones con nuevos medios de forma constante. Todo ello acompañado de una estrategia para saber cómo plantear los ofrecimientos, pero con la sinceridad por delante.
Un ejemplo claro de este cometido es que las sentencias donde se ha ganado el caso se conviertan en noticia. Con la oportuna redacción previa, es muy posible que esa historia que queremos contar -donde hay que tener la pericia de saber cómo destacar de forma implícita el triunfo del letrado- salga en periódicos, revistas, portales web, etc. ¡Aunque la simpatía y la naturalidad cuando se llama por teléfono o se escribe un e-mail con la propuesta también son un grado! En ese sentido, a mi juicio y aparte de la personalidad de cada uno, quien mejor puede desempeñar esta función es un licenciado en periodismo con experiencia en esta clase de gestiones. A mí, en repetidas ocasiones, diferentes abogados me han querido en su línea de fuego sobre todo para que me responsabilizara de esta parte del trabajo.
Al fin y al cabo, de lo que aquí se trata es que el abogado o abogados generen la máxima confianza. Y su departamento de comunicación (sea interno o externo) ha de estudiar todas las piezas disponibles para ayudar a completar esa misión, encajándolas y potenciándolas. Explorando todos los caminos para llevarlo a cabo, que aumentan con una frecuencia vertiginosa. Y no quedándose en ser un simple brazo ejecutor. Por último, y como colofón, no puedo acabar este artículo sin mencionar mi lema, que es ‘periodismo, excelencia y rapidez’. Porque no hay otra forma hoy en día de que llamen tanto a tu puerta sino garantizar, como valor añadido, un servicio fluido y rápido.
2 de febrero de 2021.