Los retos de futuro para la abogacía joven catalana

Por Carles-Joan Lorente Rivera

Presidente de la Joven Abogacía de Cataluña.

Recordaremos el 2020 como un auténtico annus horribilis en la mayoría de aspectos sociales, económicos y sanitarios, y el impacto que la pandemia (o sindèmia[1] como también la denomina la comunidad científica desde hace unos meses) ha dejado a nuestra sociedad, será una carga que arrastraremos durante las próximas generaciones.

Esta crisis mundial, evidentemente, ha afectado también al sector joven profesional de todos los rincones. La abogacía joven, sea por edad o sea por experiencia, ha sido siempre un ejemplo de re-invención, de solidaridad, de búsqueda de nuevas fórmulas de negocio, de adaptación a las circunstancias sean las qué sean, de deslomarse por los compañeros y compañeras cuando así ha hecho falta.

No podemos dejar atrás este nefasto 2020 sin recordar que la Joven Abogacía Catalana (JAC) institucional ha estado todo el año al pie del cañón: hemos continuado reuniéndonos, incorporado medios telemáticos para no dejar de lado nuestros compromisos y continuar trabajando en pro de la abogacía joven; hemos trabajado conjuntamente en la redacción y modificación de las propuestas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) [2] para agilizar la puesta en funcionamiento de los tribunales después del estado de alarma; hemos vivido la reincorporación a JAC de los grupos de abogacía joven de Manresa y Figueres (participando pues, en total, 13 agrupaciones jóvenes a JAC hoy en día); por último, con el talante histórico que nos caracteriza, JAC también ha trabajado, pedido y exigido a las instituciones y organismos, cuando así ha sido pertinente, las mejoras pertinentes en pro de la abogacía (joven y no joven).

Abogacía catalana

2021: perspectivas y propuestas

Como hemos hecho patente, la abogacía joven catalana nunca ha sido ajena a los problemas sociales, pues los vivimos y sufrimos en primera persona: precariedad laboral, discriminación por razón de sexo o de edad, figura del falso autónomo/a en el ejercicio de la profesión, y tantas otras que afectan a los/las profesionales jóvenes sea cual sea su rama.

Por suerte, gracias al trabajo de los grupos de abogacía joven de los diferentes colegios de todos los lugares de Cataluña (y el resto del estado), JAC cada vez está más unida, y disfruta de una fuerte interrelación y trabajo conjunto, que hace que poco a poco, vayamos adquiriendo más presencia tanto en los propios órganos colegiales como en las instituciones más representativas de la abogacía a todos los niveles.

Las perspectivas para este 2021, teniendo en cuenta de donde venimos, son continuistas y esperanzadoras:

En JAC contamos con grupos y compañeros/se jóvenes muy activos, con ideas, intenciones y propuestas actuales y reivindicativas. Nuestro papel en este nuevo año y los que vienen, será evidentemente proactivo, más que nunca.

Hemos recuperado, la participación a las comisiones del Consejo de los Ilustres Colegios de la Abogacía de Cataluña (CICAC), el máximo órgano representativo de la profesión en Cataluña, y esto empodera a la abogacía joven. Nos permitirá proponer soluciones a situaciones y problemas remarcables que afecten a toda la abogacía:

  • Hemos constatado que hay una paralización y atraso anormales en señalamientos y resoluciones de escritos de todo tipo, según el funcionariado, por culpa de las bajas de COVID (desaparecen secciones de juzgados enteras y nadie teletrabaja). Este hecho perjudica directamente a la abogacía dado que muchos clientes no quieren ni sentir a hablar de ir juzgado porque saben el atraso endémico que ya existe.
  • Precisamos el establecimiento de la presentación telemática íntegra de escritos, pues, todavía a día de hoy, a pesar de las promesas, en muchos partidos judiciales requieren presentar telemáticamente los escritos y, posteriormente, aportar copias en papel con un máximo de dos días.
  • Solicitaremos el establecimiento de protocolos y criterios de actuación frente la COVID a los órganos judiciales, pues hay una carencia total de homogeneidad: nos llegan quejas respecto a ciertos órganos judiciales con positivos COVID donde se continuó actuando con el riesgo que esto supone.

La joven abogacía necesita ser actora del cambio. Entre todos y todas tenemos que trabajar y participar en una reforma legislativa donde se regule la abogacía, los horarios, y todo lo que conlleva que sea una profesión bien remunerada en sus inicios, con el prestigio que esto conlleva y no obligue a pagar para ejercer.

Necesitamos, como se está llevando a cabo ya desde las instituciones, pero con más vehemencia por lo que respecta a los/las jóvenes, una firme defensa de la profesión.

Aprovechando, además, la buena relación y la obtención del reconocimiento por parte del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), a través de su presidenta, por nuestra participación al informe de análisis de las propuestas de choque del CGPJ, haremos extensibles todas aquellas quejas y propuestas al resto del estado para que sean estudiadas desde el CGAE.

El 2021 es y será un año de ilusiones para la abogacía joven: nuevos proyectos a los cuales sumarse y en los que la abogacía joven será la punta de lanza.

Tenemos que agradecer inmensamente el trabajo altruista que los GAJ hacen por sus agrupados/das y animo a todos y todas a unirse a sus grupos de jóvenes, pues nuestra voz se escucha y nuestro trabajo se valora.


18 de enero de 2021.

Traducción de la versión original en lengua catalana.

[1] El COVID-19 no es una pandemia“: los científicos que creen que el coronavirus es una sindemia (y qué significa esto para su tratamiento) – Noticia BBC News (09/10/2020) consultada el 16/01/2021 https://www.bbc.com/mundo/noticias-54386816

[2] Documento elaborado por los Grupo de la Abogacía Joven de Cataluña conjuntamente, consultado el 16/01/2021 por última vez: https://www.icam.net/wp-content/uploads/2020/04/041720-1.pdf

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