Un CGAE para toda la abogacía

Javier Garcia PascualPor Javier García Pascual

Candidato a la Presidencia del CGAE

Tras más de 12 años de frenética actividad en diferentes cargos institucionales de la Abogacía, necesitaba parar para recuperar energía. Hace ahora más de un año y medio desde que cesé en dichos cargos y este periodo de retiro voluntario me ha servido para centrarme en exclusiva en el ejercicio de nuestra profesión y volver a ser un “abogado de a pie”, con las preocupaciones e inquietudes propias de cualquier profesional de la Abogacía.

Por desgracia, la mayoría de los problemas y retos del Consejo siguen siendo los mismos que cuando me marché (o consecuencia directa de aquellos), por lo que la situación actual no me resulta ajena. Seguimos manteniendo una serie de reivindicaciones históricas en diferentes campos que siguen sin encontrar respuesta satisfactoria. Ello evidencia la imperiosa necesidad de un cambio de estrategias, con un enfoque enérgico y revitalizado. No podemos pretender conseguir resultados diferentes si seguimos haciendo lo mismo. Y por ello me decidí a presentar mi candidatura a la Presidencia del Consejo.

Me veo preparado, ilusionado, con energía y fuerzas suficientes para liderar el cambio que el Consejo necesita y que, ahora mas que nunca, es posible, en beneficio del conjunto de la Abogacía.

Los puntos básicos de mi programa electoral son los siguientes:

1.- La Abogacía Española como grupo de presión real y fundamental: debemos ser un lobby fuerte y para ello debemos hablar con todos los partidos políticos. El fomento de buenas relaciones y el diálogo permanente con los diferentes Gobiernos, independientemente de su color o ideología, es prioritario.

2.- Mejorar la imagen del Consejo: resulta imprescindible trabajar la comunicación, publicidad e imagen del Consejo. Debemos potenciar y mejorar nuestra presencia en medios de comunicación y redes sociales. Debemos preservar nuestra imagen, prestigiándola con argumentos de calidad y combatiendo el intrusismo y la competencia desleal, evidenciando la necesidad de la Abogacía en el día a día, en la defensa de los derechos y libertades de toda la ciudadanía. Tenemos que acercar el Consejo a todos los colegiados, tratando de dar respuesta a las muchas necesidades que se evidencian en su labor diaria.

3.- Defensa y, en su caso, revisión del Estatuto General aprobado en el Pleno del 12 de junio de 2013: Han pasado más de seis años desde entonces y sigue pendiente de aprobación por parte del Gobierno. Si existen discrepancias respecto de determinados artículos del nuevo Estatuto, resulta necesario y urgente llevar a cabo cuantas reuniones resulten necesarias para evitar la situación de parálisis actual. Si es preciso revisar algún precepto, se debe llevar a cabo tal proceso lo antes posible.

4.- Cambios en el funcionamiento del Consejo: Debe revisarse el Reglamento de Régimen Interior, ya que en la práctica ha supuesto una pérdida de competencias del Pleno. Todo consejero tiene un papel que desempeñar en el Consejo. Cada uno es un activo valiosísimo que no puede ser desaprovechado. Debe potenciarse la labor de los Grupos de Trabajo en relación con la emisión de informes y elaboración de propuestas legislativas y para generar opinión formada que pueda ser considerada en las reuniones que, en cada ámbito concreto, se celebren.

5.- El Congreso Nacional de la Abogacía Española: debe tener la naturaleza consultiva prevista en el Estatuto en vigor. Debe ser un foro de debate de propuestas que sirvan para promover nuestras acciones y planteamientos.

6.- Control del gasto y optimización de recursos: Debemos adecuar los servicios a los recursos con los que ya cuentan los Colegios, Consejos Autonómicos y el Consejo General, controlando el gasto, que debe producirse de manera informada y con plena transparencia.

7.- Propuestas legislativas a instar con urgencias: son varias las áreas de trabajo:

  • La promulgación de una nueva Ley de Asistencia Jurídica Gratuita que reconozca la prestación del Turno de Oficio como un Servicio Público prestado por los abogados de manera libre e independiente, que lo dignifique y que contemple mejoras sustanciales en Baremos (en conceptos de cómputos y cuantías) y funcionamiento.
  • La aprobación de la Ley Orgánica del Derecho de Defensa.
  • La aprobación de modificaciones legislativas (principalmente en la LEC) que garanticen la debida conciliación familiar y profesional del colectivo, posibilitándose un régimen real de suspensiones de plazos y señalamientos por enfermedad o motivos personales.

Todo ello sin perjuicio de otras propuestas legislativas que deben salir del Consejo para dar cumplimiento a nuestras reivindicaciones y tratar de buscar solución a nuestras preocupaciones.

8.- Ámbito tecnológico: Debemos seguir apostando por liderar la transformación tecnológica, trabajando para que no suponga una brecha más en nuestro ejercicio profesional y desarrollando nuestras herramientas con el claro objetivo de dar servicios a todos los Colegios, que deben ser instituciones modernas y a la vanguardia en el uso de la tecnología.

Mi programa no puede llevarse a cabo si no es con la colaboración e implicación de todos. Escuchar, colaborar y trabajar aunando fuerzas son verbos clave de lo que sería mi Presidencia. Debemos estar unidos, escuchar y aceptar las críticas constructivas. Solo de esta forma nos convertiremos en un verdadero grupo de presión a tener en cuenta por los poderes públicos. Es lo que necesitamos.


10 de enero de 2020

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