A raíz de la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo, la actividad de los juzgados se detuvo completamente durante dos meses y medio. “A excepción de los letrados que desde la primera línea de la defensa han realizado guardias con detenidos, con escasos EPIs al principio, o han acudido a los pocos juicios esenciales que se podían celebrar según el Decreto de Estado de Alarma”, explica Maria Pastor, decana del Il·lustre Col·legi d’Advocats de Mataró (ICAMAT).