“Seguimos teniendo una visión errónea de la profesión”

Por A. Salvador.

5 de marzo de 2019.

Hoy entrevistamos a Javier Aranda, Presidente del Sindicato de Abogados Independientes Catalanes Organizados, para hablar sobre la situación laboral de la abogacía, así como abordar cuáles son las causas de tal situación y la necesidad de contar con un convenio colectivo propio para la abogacía.

¿Cómo y por qué nació el Sindicato de Abogados Independientes Catalanes Organizados (SAICO)?

SAICO nació en el año 2014, dado que la creación del sindicato nos brindaba dos posibilidades.

En primer lugar, permite denunciar los abusos de típicos de la profesión, esencialmente sobre los compañeros que comienzan en la profesión, o en los primeros años; salarios bajos o inexistes, falta de protección en materia de seguridad social, etc.

Seguidamente, sirve de mecanismo, en tanto como entidad con forma jurídica propia, para precisamente, poder negociar el establecimiento de unos mínimos en el sector, al tener capacidad negociadora en un futuro convenio colectivo del sector, como representantes de los abogados que trabajan por cuenta ajena.

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¿Por qué no existen grandes y numerosos sindicatos de abogados en España? ¿Cuál es el tratado recibido por SAICO por las instituciones de la abogacía?

Son varias las razones que resultan necesarias abordar.

En primer lugar, hemos de apuntar que nuestra profesión no tiene tradición sindical.

Seguidamente, está el hecho de que la evolución de la carrera profesional del abogado,  en muchos casos tiende a finalizar en la condición de empresario, autónomo, etc. y por tanto esa situación es pasajera, y un estado de “sufrimiento por el que todo el mundo pasó”, hasta alcanzar esa condición.

Paralelamente, también es importante indicar el hecho de que el fuerte del sindicato es la asesoría jurídica al trabajador, y  teóricamente los abogados, por su condición, ya tienen ese conocimiento.

En cuanto a la abogacía institucional, el trato es bueno por parte de la Confederación Española de la Abogacía Joven (CEAJ), así como, en particular, por parte de diversas grupos de abogados jóvenes, en especial, los de Barcelona, Sabadell, Málaga o Valencia. Con muchos de ellos, hemos dado tanto conferencias informativas, como realizado proyectos y, fundamentalmente, hemos denunciado en medios de comunicación la precaria situación del colectivo de abogados.

En cuanto a la abogacía institucional desgraciadamente no es tan buena, porque por parte de los colegios en sí o instituciones como el Consejo General de la Abogacía Española, si bien entienden el problema, no les parece tan grave para buscar una solución.

En general pensamos que los diputados de los colegios o decanos no trabajan por cuenta ajena, por lo que la desregulación ya les va bien, o al menos no es un problema acuciante de entre los varios que puede tener la abogacía.

Un joven abogado que se haya colegiado recientemente y trabaje por cuenta ajena en una gran estructura, ¿por qué debería afiliarse a SAICO?

Yo creo que por dos motivos. En primer lugar, el convencimiento de que los  que defendemos es justo por haberlo padecido y,  en segundo lugar, porque le informaremos y asesoraremos gratuitamente, e incluso procesalmente, si tiene un problema con cualquier despacho de abogados.

¿Por qué la abogacía es una de los sectores con más precariedad laboral? ¿Por qué está situación está tan arraigada en nuestra profesión?

Esta pregunta sí daría para una conferencia. Elevado número de colegiados,  mala preparación por parte de universidades y el master de acceso, asunción como normal de las figuras de falsos autónomos y falsos pasantes, etc.

Asimismo, no podemos olvidar el malentendido aprendizaje continuo de la profesión, como una merma de las condiciones laborales mínimas, así como la oportunidad de los despachos de ahorrarse costes laborales, como es habitual en las profesiones liberales.

¿Cuál es el trabajo que está haciendo SAICO para mejorar la situación laboral de la abogacía?

Estamos haciendo un gran trabajo de denuncia en televisión, redes sociales, y ante colegios (p.ej., entre otros, el Ilustre Colegio de Abogados de La Rioja), solos o en cooperación con CEAJ, y otras agrupaciones de abogados y colegiados. Asimismo, también, trabajamos en concienciar a los compañeros de la situación del colectivo, así como deberíamos hacerle frente mediante conferencias y otras acciones formativas, en diversas instituciones y colegios de abogados.

Paralelamente, estamos trabajando arduamente en el impulso de la negociación colectiva en Catalunya a través del Consell de Relacions Laborals con CCOO y UGT, para la regulación mediante convenio colectivo del sector de la abogacía.

La abogacía es un sector muy pequeño, donde no es habitual la interposición de demandas entre compañeros. Este hecho favorece el fraude laboral y que la actual situación de precariedad laboral siga sin ser denunciada con nombre y apellidos. ¿Cómo hacer frente a esta idiosincrasia de nuestra profesión?

Estoy totalmente de acuerdo con tu pregunta que contiene incluso la respuesta.

Bajo mi punto de vista, creo que seguimos teniendo una visión errónea de la profesión. Se puede ser buen compañero, pero, si laboralmente hay un conflicto debe actuarse en consecuencia.

No tiene nada de malo interponer una demanda. La misoginia y la cerrazón de la profesión hacen que muchas veces se tome como una afrenta cuando no es más que una discrepancia legal y a la larga casi siempre de carácter económico.

Además, a veces, no hace falta interponer una demanda, conociendo los derechos y la legalidad de las cosas se pueden solventar muchos problemas, sin necesidad de demandar.

¿Por qué a fecha de hoy la abogacía catalana y la española siguen sin haber adoptado ningún convenio colectivo? ¿Cuál es la posición de instituciones como el CGAE o ICAB e ICAM?

El problema es la falta de organizaciones empresariales en particular del sector de la abogacía. Al no existir una parte, o existir pero no tener interés,  es difícil negociar. El ICAB al principio trató de promover la formación de una mesa o al menos de las partes negociadoras citando a algunos despachos y asociaciones, pero no fue posible

Dado la negativa de esas asociaciones nos estamos centrando en otras posibilidades de aplicación de un convenio como el de oficinas de despachos mediante diferentes mecanismos.

¿Cuáles son los puntos más candentes en la negociación de un Convenio Colectivo para la abogacía?

Para nosotros la clave es la estructura salarial, clave en los conflictos y en los costes de los despachos

Piensa que en los convenios colectivos de diferentes  sectores a un graduado, es difícil que le otorguen un salario  inferior a los  18.000 o 20.000 euros mínimos. Pongámoslo en valor con lo que se paga por despachos entre los 1 a 5 años de colegiación. Los grandes despachos como excepción, pueden alcanzar esas  cifras, pero lo pequeños y medianos, que son la mayoría están por debajo y  muchas veces se trabaja como falsos autónomos, con la evidente desprotección que suponen

¿Será algún día una realidad la adopción de un Convenio Colectivo?

Para nosotros sí, sea uno propio o aplicando otro ajeno o similar.