La aplicación asimétrica, que ha marcado parte de las 15 acciones del Plan BEPS como prioritarias y otras no, es una línea roja a superar para frenar las prácticas fiscales nocivas, impedir el uso abusivo de convenios fiscales y mejorar la resolución de controversias transfronterizas de índole fiscal. Según Eduardo Cosmen, socio director de Tax & Legal de Grant Thornton “muchas de las recomendaciones todavía están esbozándose, por lo que aún queda mucho camino para su adopción generalizada”.