Me presento a las elecciones a la Presidencia del CGAE por una cuestión de principios y de honestidad

20161200 IPUNTPor Manolo Hernández.

Consejero Decano del Ilustre Colegio de la Abogacía de Sabadell.

Me presento a las elecciones a la Presidencia del CGAE por una cuestión de principios y de honestidad.

Quiero hacer que los principios y la honestidad, tan propios de nuestra profesión, rijan la Abogacía Institucional Española.

Tres son los ejes inspiradores de mi campaña, Democracia, Transparencia y Eficacia.

Y lo son porque a día de hoy, brillan, sí, brillan por su ausencia en el CGAE.

Para conseguir #otroCGAE hemos de acabar con el Estatuto General de la Abogacía Española (EGAE) actualmente vigente, del año 2001, y con la propuesta de nuevo (sic.) EGAE que afortunadamente el Ministerio de Justicia no se atreve a aprobar y que no es sino un clon del que ahora nos rige, redactado a mayor gloria de los poderes establecidos en el CGAE y que sólo aspira a legitimarlos por al menos otra década.

Pero conmigo en la Presidencia del CGAE las cosas van a cambiar, ¡vamos que si van a cambiar!

Como primera medida de mi mandato voy a retirar de inmediato el proyecto de EGAE entregado al Ministerio, para redactar un nuevo texto de EGAE absolutamente distinto, el nuevo reglamento de Régimen Interior (RRI) que lo complemente y un Código Ético y de Buenas Prácticas (CEBP) del CGAE.

En el caso del Código de Buenas Prácticas, no se trata ya de proponer uno nuevo, se trata lisa y llanamente de dotar al CGAE de un Código, porque por increíble que parezca, a día de hoy, en el año 2020, ni siquiera lo tiene ¡y así nos va!

Con el nuevo EGAE que se redacte y presente al Ministerio, sin necesidad de modificar el artículo 9.2 de la Ley de Colegios Profesionales, vamos a hacer posible que la Presidenta o Presidente del CGAE que me sustituya sea ya elegida mediante votación directa y con la firma de la Autoridad de Certificación de la Abogacía (ACA) por las casi 155.000 abogadas y abogados colegiados que ejercen en España, con un sistema provisional tan sencillo como establecer que las elecciones a la Presidencia del CGAE, hasta que se produzca la modificación legal,  se celebren en dos tiempos, el primero con la votación libre y directa de todas las abogadas y abogados en el seno de sus respectivos Colegios de la Abogacía para decidir cuál de las candidatas o candidatos gana en cada Colegio, y el segundo con el voto de cada uno de los 83 Consejeros Decanos, mediante mandato imperativo,  en votación abierta y pública, a favor de la candidata o candidato que haya resultado ganador en su propio Colegio de la Abogacía.

Eso sí, con un sistema de voto ponderado que corrija los efectos del voto proporcional directo e impida que los grandes Colegios puedan imponer sus candidatos y permita a las abogadas y abogados de los Colegios medianos y pequeños tener, como hoy, voz y voto decisorios.

Y por higiene democrática, se limitarán todos los mandatos de los Consejeros no Decanos, incluida la Presidencia, a un máximo de dos, obligando a que las elecciones a la Presidencia del CGAE se convoquen con al menos tres meses de antelación y sin que la Presidenta o Presidente de turno pueda anticipar la convocatoria de elecciones por decisión unilateral.

Además de algo que considero esencial, el establecimiento de consultas vinculantes a todas las abogadas y abogados ejercientes, electrónicamente y con la firma ACA, en relación a los grandes temas que afecten a la profesión o a los posicionamientos institucionales de la Abogacía Española, para evitar lo que sucede en la actualidad, en que unas pocas personas los determinan sin ningún rigor ni control democrático.

Haciendo bandera de la transparencia, la de verdad de la buena, esa que también brilla hoy en el CGAE por su ausencia y posibilitando que sean los Consejeros quienes decidan las líneas maestras de las partidas de ingresos y gastos de los Presupuestos del CGAE, no como sucede también en la actualidad, en que son unos pocos los que lo deciden.

Y haré, en fin, que los Plenos del CGAE no sean meramente informativos sino deliberativos y decisorios, con Grupos de Trabajo y Comisiones orientados a conseguir resultados a corto, medio y largo plazo en favor de las abogadas y abogados que tan dignamente ejercen esta profesión que nos apasiona.


5 de enero de 2020