CEAJ debe aspirar a más que tener voz y voto en el CGAE; debe influir

Foto Alberto Cabello - El JuristaPor Alberto Cabello

Presidente de AJA Madrid

La Confederación Española de la Abogacía Joven (CEAJ) es el máximo representante de la abogacía joven en España porque cobija a todas las Agrupaciones y Federaciones de jóvenes a nivel nacional. Representa, aproximadamente, más de una tercera parte de los abogados ejercientes que hay en nuestro país.

Después de más de 40 años de historia y representando actualmente a casi el 40% del total de profesionales de la abogacía ejerciente, creo que lo mínimo es que tuvieran una mesa, una silla y, a ser posible, un armario en su sede social que es el Consejo General de la Abogacía Española. Lo deseable sería que CEAJ pudiera ubicar allí a trabajadores a tiempo completo al servicio de la abogacía joven.

De esta manera conseguiríamos profesionalizar y maximizar el trabajo de la Confederación, objetivo que a día de hoy es completamente inviable ya que todos sus logros, se alcanzan únicamente, gracias al esfuerzo altruista y voluntario de los miembros de la ejecutiva que representan a CEAJ.

En el CGAE las agrupaciones miembros de CEAJ, representadas por las personas que forman la Ejecutiva, hacen una encomiable labor altruista realizando toda una serie de informes, aportaciones y propuestas, que no tiene la repercusión que merece tal esfuerzo.

El reto no es una cuestión de tener voz, o voz y voto, en el CGAE, sino de que los jóvenes pasemos al plano de lo relevante, tengamos capacidad de influencia e inspiremos respeto.

Es necesario concienciar a los Decanos y Decanas y a sus Juntas de Gobierno para que cuenten con las agrupaciones jóvenes, dejándolas participar en la toma de decisiones, empezando por invitar y considerar a quien ejerza la Presidencia de la agrupación como si de un diputado más, de pleno derecho, se tratase.

Nuestra futura Ejecutiva de CEAJ debe insistir en el mensaje de que los jóvenes somos presente y futuro de la abogacía lo que exige que seamos considerados como una prioridad en las reuniones del Consejo, apareciendo la abogacía joven como un punto clave del orden del día.

El siguiente reto que inevitablemente debe ser abordado de forma paralela, son los problemas, las cuestiones de fondo que limitan a los abogados/as cada día para ejercer su profesión con dignidad y libertad. La precariedad laboral, el abuso de los despachos y la escasa protección de los trabajadores por cuenta propia que acaban trabajando en despachos como falsos autónomos, y las barreras en el acceso a formación continua y de calidad –imprescindible en un mundo jurídico en constante cambio–, son algunos de los problemas a los que se enfrenta el profesional en sus inicios. Desde las agrupaciones, a nivel local y cada una en la medida de sus posibilidades, trabajamos en crear soluciones para estas dificultades.

La Ejecutiva de CEAJ debe involucrarse en el día a día de sus miembros apostando por la unión de todos ellos, incorporando programas replicables en todo el territorio de formación, reivindicación y networking, de los que se puedan beneficiar todas las agrupaciones y especialmente aquéllas con menos recursos; implementando un branding corporativo que le haga más visible y más cercana, así como herramientas de tecnología de la información y comunicación que la hagan más útil.

Convendría que CEAJ impulsara un proyecto de co-working a nivel nacional con espacios en cada territorio para que puedan ser utilizados por la abogacía joven para reuniones, trabajos puntuales o puntos de encuentro. Debería realizarse un paquete legaltech accesible y económico, que incluya una posible web personal o corporativa, gestión de marketing y RR.SS., acceso a marketplace jurídicos, bases de datos actualizadas, distintos CRM para la gestión de clientes, etc.

Y por último, considero imprescindible para alcanzar estos retos, que desde CEAJ se promueva la creación de un consejo asesor permanente, formado por antiguos representantes de CEAJ, personalidades del mundo jurídico y miembros de agrupaciones no pertenecientes a Ejecutiva que aporten un bagaje de experiencia y una visión transversal de las necesidades y problemas de la abogacía joven.

Es hora de centrar el tiro, de seleccionar batallas e ir librando una a una todas las agrupaciones y federaciones juntas, sin perder el foco de que el colectivo último al que CEAJ debe ayudar, no es otro que las abogadas y abogados jóvenes de España.