La Mediación Empresarial: Una herramienta para la productividad

Por Georgina Anfruns.
Barcelona.

En tiempos como los actuales, la mediación es una opción cada vez más utilizada a la hora de resolver los conflictos. En esta ocasión quiero detenerme y profundizar en  una de las técnicas de la mediación: la mediación empresarial.

Aunque a priori puedan parecer palabras totalmente opuestas, empresa por la fortaleza que desprende y mediación por su sencillez aparente, lo cierto es que cada vez son más las empresas que muestran interés en conocer las posibilidades que este tipo de técnica de resolución de conflictos les puede ofrecer. Y desde luego, éstas tienen más connotaciones personales de las que nos podemos imaginar; y la mediación, precisamente, concentra en la figura del mediador todas estas competencias para preservar las relaciones comerciales y laborables.

Sabemos que en las empresas es necesario mantener una buena relación con sus clientes y mantener un buen clima laboral con sus empleados, a fin de garantizar una alta productividad  y rentabilidad que asegure el cumplimiento de los objetivos empresariales que se hayan fijado previamente. Una empresa que no vela por ello, y que no disponga  de una buena salud relacional y comunicativa, es difícil  que puedan conseguir todos los objetivos que se fije a medio y largo plazo.

Resolver los conflictos que se puedan generar entre socios, clientes o proveedores o entre el equipo profesional que integre una empresa es altamente eficaz para las relaciones comerciales. Cuando acudimos a los tribunales de justicia, podemos conseguir una solución a una discrepancia concreta, pero si ésta está ya muy alejada de resolver los intereses de las partes que intervienen, está aún mucho más lejana de suponer un acuerdo duradero así como de suponer un aprendizaje para futuras disputas que puedan producirse, como sí facilita y consigue la mediación.

Es aquí donde la mediación adquiere todo el protagonismo, de forma que las empresas acuden de forma más habitual  a la mediación como herramienta para mejorar la comunicación y la confianza entre las partes. Nos guste o no, deberemos compartir gran parte de nuestro tiempo con compañeros de trabajo, clientes o proveedores, con lo que, ¿por qué no profundizar e intentar conseguir una solución que contribuya a que se produzca un cambio relacional positivo, dialogante y duradero?

Y además, si todo lo dicho anteriormente no fuera suficientemente gratificante, añadir que como toda mediación, la mediación empresarial respeta todos los principios sobre las que se sustenta, y que en el caso que nos ocupa, adquiere todavía una mayor importancia una de ellas: La confidencialidad.

La confidencialidad, principio capital de la mediación empresarial en cualquiera de sus ámbitos, adquiere un mayor protagonismo al impedir las posibles consecuencias de la incidencia social de un procedimiento ante los tribunales (como ha ocurrido en numerosas ocasiones), asegurando el secreto de lo tratado.

Por tanto, la mediación empresarial, persigue devolver un clima de paz en la convivencia empresarial a través de métodos y soluciones originales y creativas; alejándose de un enfoque jurídico del conflicto y buscando, insistiendo en ello, una satisfacción global y perpetua en el tiempo.

 

Georgina Anfruns

Abogada
www.aobabogados.com