Redacción.
Sale al mercado la compañía Reclamio Deuda como solución tech para la gestión de las facturas impagadas, que suponen un quebradero de cabeza para Pymes y Autónomos.
Este proyecto cuenta con el equipo de Customer Care Technologies que atesora años de experiencia en la tramitación de reclamaciones legales en aerolíneas.
Filosofía de Reclamio Deuda
La filosofía en su relación con el cliente es clara, sólo cobran si el cliente cobra. Su modelo de negocio se basa en la satisfacción del cliente y en la resolución exitosa del conflicto, si el cliente consigue el cobro de la factura, Reclamio Deuda cobra sus honorarios.
Su objetivo es conseguir el cobro amistoso alcanzando un acuerdo con la parte contraria. Si el proceso de negociación concluyese sin acuerdo, el equipo legal de Reclamio Deuda, aconsejará al cliente sobre las distintas opciones, siendo este último quien decidirá seguir adelante con el proceso y pagando sólo por las etapas realizadas.
“Uno de los puntos que nos diferencian es nuestro afán por conseguir que el cliente cobre las deudas impagadas y, es por ello, que nosotros no cobramos hasta que el cliente tenga una resolución exitosa”, aclara Noemí Fernández, CEO de Reclamio Deuda.
El objetivo es evitar situaciones incómodas, ahorrando tiempo y dinero a clientes, a través de un método rápido y efectivo; aportando únicamente la factura impagada a la plataforma online, sin cobros por anticipado ni problemas burocráticos.
“Reclamio nace de la necesidad de luchar contra la indefensión del acreedor en importes pequeños. Parte de la base de que un impagado genera frustración y rabia, más allá del agravio económico. No pagar es una costumbre de algunos que hay que erradicar, pues es la traición a la confianza básica en el intercambio comercial”, expone Jordi Mercader Co-founder de Reclamio Deuda.
“El impagado genera precedente de actuación en el acreedor con riesgo de que cuestione todas las relaciones empresariales debido a esta mala experiencia. Reclamio se pone a su lado para evitar que uno mismo tenga que encarar el desgaste de la reclamación y lo hace a éxito”, concluye Mercader.