La TDT en las Islas Baleares: De lo que nos hacen creer a lo que es en realidad

Por Esteve Fiol,
Palma. 
 

“La Televisión Digital para Todos (TDT) es la evolución de la televisión actual, que pasa de ser analógica a digital, lo que permitirá a los televidentes, entre otras cosas, disfrutar de un mayor número de contenidos con mejor calidad de imagen y sonido, alta definición y nuevos servicios avanzados”. Así es como se proyectaba lo que tenía que ser la TDT. Sin embargo, como siempre, nos toman el pelo.

El pasado 1 de abril, con la resintonización de todos los canales de televisión, en las Islas Baleares nos quedamos sin poder ver dos canales de la TVC (Televisió de Catalunya): el 3/24 y el Canal 33. La justificación utilizada por el ejecutivo balear ha sido una evasión del tema, dejando de lado la cuestión y sin dar respuesta a las soluciones aportadas para resolver conflicto. Curiosamente se trata del mismo gobierno que luego asegura que no persigue la lengua catalana, pero que desde los inicios de su legislatura ha llevado a cabo una cruzada en todos sus ámbitos de uso: funcionariado, simbología, educación y así un largo etcétera.

Sencillamente, si se escribe utilizando los tecnicismos adecuados y se añaden algunas palabras que parezcan tener significado es más fácil convencer a la gente del mensaje que se quiere vender. Pero desde siempre la perversión del lenguaje provoca –como decía Galeano, muy presente estos días– que las palabras pierdan su significado; vivimos en un mundo patas arriba.

La Constitución española, emblema de la protección e indisoluble unidad del estado español y estandarte recurrido de los unionistas, recuerda en el artículo 3.3. que las diferentes modalidades lingüísticas disfrutarán de respeto y protección. Pero ni nuestra lengua catalana, ni la gallega ni el euskera disfrutan de un estatus equiparable, sino exclusivamente de su oficialidad en las comunidades autónomas respectivas.

Con la supresión de la emisión de los canales 33 y 3/24, no solo están atacando la lengua catalana eliminándola de sus espacios de uso, sino que además se vulnera nuestro derecho fundamental de recibir información libremente a través de medios audiovisuales, también recogido en el artículo 20.1 d) de la Constitución. ¿Qué opciones tenemos los ciudadanos de las Baleares para recibir información veraz de los medios de comunicación audiovisuales? Ninguna.

Sin ir más lejos, la Constitución se reafirma en el mismo artículo 20 apartado 3 diciendo que será a través de la ley como se regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público, y garantizará el acceso a estos medios por parte de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diferentes lenguas en España. Los múltiplex de las Baleares –repartidos uno en Ibiza, uno en Menorca y uno en Mallorca- permitirían, con una correcta organización, emitir los canales eliminados. La titularidad de los múltiplex es pública y, aunque están gestionados por Abertis Telecom con una concesión de gestión y administración, no dejan de ser medios públicos que deberían permitir el pluralismo de la sociedad y respetar las diferentes lenguas.

Con la excusa de la globalización, nuestros dirigentes nos privan de derechos y nos organizan un plan de consumo enfocado al modelo de sociedad que ellos quieren: una sociedad de los platós de Telecinco, Diario de Patricia y celebraciones de las victorias futbolísticas. Nos muestran únicamente la información que quieren que veamos seleccionándola y manipulándola según su propio interés.