Hablar de la Feria de Málaga de 2014 es hablar de la violación múltiple que dejó de serlo. En efecto, una chica de 20 años denunció haber sido agredida sexualmente por cinco jóvenes – dos de ellos menores de edad, pero de quienes no hablaremos porque el proceso sigue un curso diferente – que después de ser arrestados fueron puestos en libertad porque la jueza consideró que, de las imágenes y fotografías que los chicos habían hecho durante los sucesos, de los testigos de la víctima y agresores y de los informes periciales, no había indicios de criminalidad. En consecuencia, decretó el archivo provisional de la causa; archivo que pasó a ser definitivo por la inactividad de las partes, que no recurrieron lo que la jueza dictaminaba.
Ahora, el Fiscal ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 2 de Málaga que se deduzca testigo a la joven por denuncia falsa, puesto que antes de decretar el archivo habría reconocido a la jueza que los hechos inicialmente denunciados al cuerpo policial no serían ciertos.
Se le imputaría la autoría de 5 delitos de denuncia falsa, tipificada en los artículos 456 y 457 del Código Penal, ubicados dentro del título relativo a los delitos contra la Administración de Justicia. Es un delito que castiga a quienes “con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, imputaren a alguna persona hechos que, de ser ciertos, constituirían infracción penal, si esta imputación se hiciera ante funcionario judicial o administrativo que tenga el deber de proceder a su averiguación” (art. 456, primer párrafo).
El requisito de perseguibilidad pide que haya recaído “sentencia firme o auto también firme, de sobreseimiento o archivo del Juez o Tribunal que haya conocido de la infracción imputada” (art. 456, segundo párrafo), algo que, cómo hemos señalado con anterioridad, sucede en el caso.
En resumen, la joven pasaría de ser víctima a ser imputada.
