Catalonia unchained

David García Giménez El JuristaCon motivo del día de la Hispanidad, muchos son los que recuerdan que ya ha pasado poco más de un mes. Poco más de un mes desde que el pueblo de Catalunya volvió a demostrar una vez más que lo tiene claro y supo sacar provecho de una situación contraria a sus intereses para hacer eco de su voluntad ante todo el mundo. Cabe resaltar el savoir faire, como la manifestación tuvo lugar de un modo ejemplar, pacífico y familiar. Más de 1.400.000 de personas acudieron el día 11 de Septiembre a la celebración de la Diada, intentando ganarse el derecho a decidir. Esta vez se alzó una cadena de 400 kilómetros simbolizando la unión, la fuerza y la reivindicación de un pueblo que simplemente pide ejercer el derecho a sufragio democrático y proceder a una consulta. No hubo alzamientos de voz, desafíos ni amenazas, detalles que muestran como el ser firmes y estar decididos no está reñido con el diálogo o el respeto.

Observemos sino, como el director americano Quentin Tarantino sacaba provecho de las limitaciones que tenía y como hacía frente a les adversidades. Creatividad. Ingenio.

No siempre se pueden llevar a cabo iniciativas como las películas de Jean Jacques-Annaud (El nombre de la rosa y Enemigo a las puertas) con un gran presupuesto que invertir en cada detalle de la localización, ambientación y buen repertorio de actores.

Antes de continuar, querría hacer una reflexión del modo más preciso y concreto posible para evitar que se puedan malinterpretar mis palabras. He dudado tanto sobre mi destreza literaria, que hasta el último momento he pensado en si añadir este párrafo que es casi una isleta dentro de este artículo.

La posición de España no es cómoda ni parece que vaya a ser la que quede en pie cuando suene la campana. España tiene algo muy bueno, persistencia, carácter, compromiso férreo (no oso llamarlo patriotismo), convicción… Ideas fijas. Fueron estos atributos admirables los que la hicieron alzarse como un gran Imperio en su día y los que la condenaron a su decadencia. Por el contrario, el proceso y la apertura no está entre sus fortalezas, y actualmente, ambas son requisitos sine qua non para abrirse al mundo.

Catalunya por el contrario goza de estas dos características, de esfuerzo, trabajo y creatividad pero le faltan esos tan famosos “par de cojones” de tradición hispana para hacer frente a momentos decisivos, donde hay que arriesgar el todo o nada. La analogía deportiva está servida: El Barcelona juega bien, con un planteamiento de bonita construcción ofensiva que alegra la vista al espectador pero que puede ocasionar somnolencia. Por otro lado, el Real Madrid no es tan vistoso, tan elaborado (más emocionante si lo prefieren), pero en dos jugadas directas puede cambiar el resultado y llevarse los 3 puntos en el último suspiro. ¿Ustedes que opinan?

Pero sigamos…

Hemos llegado a un estadio en el que una mejora del sistema autonómico (en el que solo confía un país del mundo, España) no es suficiente. Dar una mayor representación en el Poder Central o negociar un nuevo régimen económico equiparable al beneficioso concierto vasco o navarro se queda corto. Cada vez hay una mayor parte de la sociedad catalana que piensa en un corte limpio entre los dos territorios. Una amputación como la mítica escena de Reservoir Dogs donde uno de los protagonistas corta la oreja de un policía con una navaja de barbero (a ritmo de la genial Stuck in the middle with you).

Quirúrgicamente (desde el punto de vista médico y político), dicho procedimiento solo tiene sentido hacerlo para desprenderse de miembros inútiles e intentar salvar el máximo trozo de cuerpo sano. En este caso, ni España ni Catalunya son inútiles, quizá lo sea el obsoleto planteamiento territorial, el enquistado concepto de Estado o una burda insistencia en solapar el deseo y voluntad de un pueblo que reclama su derecho a la autodeterminación.

Es la historia la que en este caso no nos deja avanzar hacia aquello que podría ser un futuro mejor para ambas naciones. España no quiere renunciar de ningún modo a una zona que aporta mucho y que gracias a su rivalidad directa es capaz de desviar la mirada de casos escandalosos como Urdangarín, Matas, Bárcenas y tantos otros genios que ha dado el país que vio nacer a Goya, a Cervantes. Catalunya por el contrario, tal y como decía, no encuentra nunca el momento de plantarse en una partida de póker que ya hace demasiado tiempo que va de farol. Siempre se repite la misma canción.

Desde un punto de vista frío, jurídico y objetivo (como las declaraciones que hizo el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia) el artículo 1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos establece:

Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y cultural.

En una entrevista muy interesante que le hicieron a Tarantino, sin duda genio del séptimo arte, comentaba que en sus películas no había personajes buenos ni malos, que todos tenemos nuestras luces y sombras. Justamente eso es lo que deberíamos tener muy presente, y no enzarzarnos en una constante “y tú más” que solo nos lleva a dar vueltas sin progresar mareados por discursos repetitivos y argumentos infantiles por parte de dirigentes políticos. Políticos que sabiendo muy bien como están las cosas bajan un 25% las inversiones de los Presupuestos Generales del Estado destinadas a Catalunya dejando un regusto a castigo, a advertencia entre los ciudadanos catalanes. El odio, el rencor y el desconocimiento son las peores armas con las que hacer frente a una situación como esta. Desde mi humilde punto de vista, más vale tener un buen vecino que un invitado a disgusto metido en casa.

No olvidemos pues que el sistema democrático está por encima de colores, de ideas y de partidos políticos. Ni progresistas ni conservadores podrán quitar a nadie el Derecho a decidir.

Payasos a mi izquierda,

Bromistas a mi derecha…

Aquí estoy yo, atrapado en el medio contigo

Clowns to the left of me,

Jokers to the right…

Here I am, stuck in the middle with you

                                               Stuck in the middle with you – BSO Reservoir Dogs (Stealers Wheel)

Por David Giménez

Estudiante de la Licenciatura en Derecho en la Universidad de Barcelona.

Soy de los que piensa que hacerlo fácil es hacerlo bien; para complicar las cosas siempre estamos a tiempo.

Mis intereses son el derecho, la política, la actualidad internacional y el cine.