Ahora parece ser que ya sí, que después de captar el interés de la prensa internacional durante dos años consecutivos, los que defendemos la libertad de Cataluña, existimos.
Gracias.
Obviamente, me refiero al gobierno español, el mismo que ha echado a perder la oportunidad de negociar y el que ahora, en lugar de proponer alternativas o soluciones, fomenta la amenaza y el miedo en relación a la posible no pertenencia de Cataluña dentro de la Unión Europea.
Antes de abordar la temática en cuestión, quisiera realizar un apunte muy concreto: si pretenden hacernos chantaje apelando a nuestras futuras relaciones exteriores, implica que no tienen ningún argumento para defender un presente próspero con el actual interior.
Dicho esto, debo resaltar que todos aquellos que remarcan que la ley no prevé la secesión de un Estado miembro y que, por tanto, deberíamos llevar a cabo el procedimiento de adhesión, tienen toda la razón. No obstante, en la ley tampoco se prevé que la Unión Europea o un Estado puedan expulsar a otro miembro de la Unión Europea, en todo caso, lo que sí está previsto es que un Estado solicite la retirada.
Por lo tanto, la ley no prevé lo que ellos quieren sentir ni lo que nosotros necesitamos demostrar sino aquello que ni unos ni otros consideramos como posibilidad.
Entonces, por qué dejamos que nos lleven a su terreno de juego donde la legalidad es oscura y se fomenta el miedo? Solamente se trata de demostrar lo que sí sabemos: somos viables sin España e inviables formando parte de ella.
Por otra parte, también cabe recordar que la lógica europea es integradora. Resultado de la voluntad de crear un espacio de libertad, paz y mercado común en el que no puedan repetirse masacres de vidas humanas por culpa de una guerra mundial ni tampoco se pueda llegar a un estilo soviético planificado donde el líder acontece en un monstruo cargado de poderes y la ineficiencia se convierte en modelo económico.
Tal y como declara el Consejo Europeo de diciembre de 2006 “la estrategia de ampliación basada en la consolidación, la condicionalidad y la comunicación, combinada con la capacidad de la UE de admitir nuevos miembros, establece la base de un consenso renovado sobre la ampliación” o también el Dictamen de la Comisión sobre la solicitud de adhesión de Islandia en la Unión Europea “la capacidad de la Unión de absorber nuevos miembros, sin dejar de mantener el impulso de la integración europea, es también una consideración importante en el interés general tanto de la UE como de los países candidatos”.
No encontráis que esta filosofía aglutinadora choca frontalmente con lo que la diplomacia española pretende vendernos?
Aun así, sé que muchos de vosotros no estáis convencidos y es por este motivo que me dispongo a presentar de forma esquemática cuáles serían los requisitos que Cataluña debería cumplir en caso que tuviera que realizar el procedimiento de adhesión a la Unión Europea.
Éstos se encuentran regulados en los artículos 2 y 49 del Tratado de la UE, en el Consejo Europeo de Copenhague de 1993, la Comunicación de la Comisión Europea 24.02.2010, en el Consejo Europeo de Madrid de diciembre de 1995 y el Acto de firma del Tratado de Acceso a la UE de Croacia, entre otros, en los que también aparecen:
– Fundamentarse en los valores del respeto a la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad, el Estado de Derecho y el respeto a los Derechos Humanos.
– Ser una sociedad plural, no discriminatoria, tolerante, justa, solidaria e igual entre hombres y mujeres.
– Que el país candidato haya alcanzado una estabilidad entre sus instituciones que garantice la democracia, el Estado de Derecho, los Derechos Humanos y el respeto y la protección a las minorías.
– La existencia de una economía de mercado en funcionamiento, así como la capacidad de hacer frente a la presión competitiva de las fuerzas de mercado dentro de la UE.
– La capacidad, por parte del candidato, de asumir las obligaciones de la adhesión, incluida la observancia de los fines de la unión política, económica y monetaria.
En este sentido, creéis que a nosotros, que ya vivimos como europeos, tendríamos algún problema en demostrar que cumplimos con los requisitos para ser europeos? Francamente, llega un punto en que la posición predominante es la absurdidad.
Al final, la cuestión ya no es tanto la legalidad sino la capacidad que tengamos para seguir siendo un lobby en Europa y proyectarnos hacia ella como estamos haciendo hasta ahora, así como las fuerzas diplomáticas que tanga nuestro gobierno amén de la firmeza de nuestras capacidades económicas y productivas.
Además, qué queréis que os diga, no tengo ningún tipo de miedo a estar fuera de la UE mientras efectuamos la transición para ser un Estado independiente. Andorra y Suiza tampoco están nada mal.
Carlota Macià
Estudiante de Derecho y Ciencias Políticas y de la Administración en la Universitat de Barcelona
La ley debe preservar la vida, la libertad y la propiedad.
Liberal, catalana y sabadellenca.