Es matemático, siempre que el Ministro Wert habla, sube el pan. Sin duda, entre sus virtudes no está la de vender sus reformas. Y una de sus últimas ideas había sido subir al 6.5 la nota mínima para obtener una beca universitaria. Particularmente, estoy en contra, pero dispuesto a escuchar opiniones de todo tipo y a dialogar. Ahora bien, lo que no me sirve –y me irrita bastante- es la demagogia que se hace desde determinados medios de comunicación para defender la idea del Ministro.
Hay la creencia –y así lo he escuchado más de dos y tres veces estas últimas semanas- que se dan las becas a estudiantes pésimos; que las becas se otorgan a esos estudiantes que tardan 7 años en hacer una carrera y a estudiantes que suspenden. Y eso es mentira.
Con la regulación actual, debes aprobar el 90% de los créditos del año anterior. Esto quiere decir que, por muy buena nota media que tengas, si suspendes una asignatura de 9 créditos, el año que viene no te darán beca por muy pocos recursos que tengas.
Otro ejemplo de los requisitos académicos es que las becas que da la Generalitat de Cataluña (Becas Equitat) sólo y únicamente se otorgan si la totalidad de la matrícula se corresponde a asignaturas de primera convocatoria. Esto en la práctica implica que debes aprobar todas las asignaturas del año anterior, con independencia del número de créditos.
Además, te debes matricular de un mínimo de 60 créditos (los normales en un curso académico) o de los que te falten para terminar la carrera, siempre con el requisito de haber aprobado el 90% de los créditos del año precedente. Así que la idea generalizada que la beca se da con independencia de los requisitos académicos es, simple y llanamente, mentira.
Además, hablemos del famoso 6.5 (o de su posterior rebaja a 5.5). Poner una nota homogénea para todas las carreras y universidades es injusto. Pongámonos nosotros, los estudiantes de Derecho: ¿Le debes exigir que saque la misma nota a un estudiante de Derecho que a uno de Medicina? Pues, seguramente, al de Derecho le deberás exigir más, de la misma forma que deberás exigirle más a alguien de humanidades, por ejemplo.
Y también podemos hablar de las universidades. ¿Es lo mismo sacar un notable en la Universidad A que en la Universidad B? Lo niego con rotundidad.
No hay ningún inconveniente en revisar el sistema de becas: estoy a favor de premiar aquellos estudiantes que tengan un expediente brillante y, quizá, una buena idea sería diferenciar entre becas (expediente brillante) y exención de tasas universitarias (para las rentas más bajas), por poner un ejemplo.
Lo que no se puede hacer es abordar este tema desde la ignorancia, desde el populismo y desde la mentira. Cuando hablamos, debemos conocer el terreno en el cual nos hallamos.
Estamos hablando de la igualdad de oportunidades. Espero que las decisiones de hoy, no sean la falta de competitividad para mañana.
Per Albert Noguer