Esta medida, que se ha visto envuelta en polémica, ha sido propuesta por el Gobierno, el cual está estudiando sancionar con multas a los padres de los menores que con cierta asiduidad se dirigen a los diferentes centros hospitalarios de su zona por causas relacionadas con intoxicación y comas etílicos. Esta iniciativa se basa en que desde el Ejecutivo se cree que los padres están dejando de ejercer su tutela efectiva como tutores y progenitores de sus hijos.
El delegado del Gobierno central para el Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín, ha planteado esta propuesta en la rueda de prensa en la que se ha aprovechado para presentar una campaña, Los que no, alertando sobre las graves consecuencias de empezar a beber muy pronto, la cual ha sido puesta en marcha por la Asociación Babín, “la iniciativa legislativa se encuentra en fase de estudio, pero es necesaria porque no se dispone de una normativa común para todo el Estado”; llegando a afirmar que se podría cualificar de “maltrato” el hecho de que los padres permitieran las intoxicaciones etílicas reincidentes de sus hijos en sus domicilios. Reafirmando que es difícil pedir un proyecto de salud a los adolescentes, y que por este motivo la campaña se presenta como una tarea de acompañamiento y perseverancia encarada a los más jóvenes, porque de aquí a unos años tomen mejores decisiones sobre sus actos y responsabilidades.
Los principales argumentos de Babín se basan en que la edad media en que se comienza a consumir alcohol es a los 13,7 años; además, reafirma que cada fin de semana, en todos los hospitales del territorio, se tienen que atender permanentemente varias intoxicaciones etílicas, que pueden llegar a afectar incluso a menores de once y doce años.
Además, la Delegación del Plan está estudiando introducir a la norma estatal algunos aspectos para que a los menores no les sea posible acceder a la publicidad sobre el alcohol tanto en las redes sociales como en internet. Ya que la legislación actual es bastante escasa según Babín, hasta el punto de convertirse “en un espacio de impunidad” desde los que se puede hacer apología del consumo del alcohol. Al mismo tiempo se presentan otras medidas relacionadas con el etiquetaje de las bebidas alcohólicas, su disposición y disponibilidad en los centros comerciales.
Mientras tanto, el conseller de Salut de la Generalitat, Boi Ruiz, no se mostró partidario de sancionar a los progenitores de los menores que consumen alcohol con exceso; el conseller apostó por trabajar para poder conseguir cambiar los valores positivos que erróneamente se asocian al alcohol. En cuanto a la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha afirmado que la posibilidad de multar a los padres de los hijos que ingresen varias veces a Urgencias a causa de un coma etílico, es solo una simple propuesta de cara a la futura ley para prevenir el consumo alcohólico de los menores.
Los expertos dudan de la efectividad de esta medida, ya que dicen que realmente hay pocos menores que tengan varias intoxicaciones a causa de las bebidas alcohólicas. “En mi hospital no hemos visto ni uno”, afirma Santiago Mintegi, médico de urgencias del hospital de Cruces de Bilbao y coordinador del Observatorio Toxicológico de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría. Además expone que “no creo que nadie, ni siquiera el Gobierno, piense que el problema se va a arreglar con esta medida, pero al menos estamos hablando de ello, y eso es bueno”. De igual forma piensa Juan González Armengol, jefe de la sección del hospital clínico de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) en Madrid; afirma que raramente un joven es reincidente, hasta el punto que él no recuerda ninguno, y lleva trabajando en urgencias des del 1999 en el hospital público más cercano a la zona de la Moncloa, lugar habitual de botellón en la capital española. Además, González Armengol va un poco más allá cuando expone que no se tiene noticia alguna que afirme que las multas reduzcan la incidencia de la reincidencia en las intoxicaciones.
