Redacción.
En un sector tradicionalmente reservado y jerárquico como el jurídico, hablar de marca personal podía parecer, hasta hace poco, un asunto ajeno. Sin embargo, la digitalización, las redes profesionales y la necesidad de conectar con los clientes han cambiado las reglas del juego. Así lo entiende Omar Molina García, abogado laboralista y autor de El poder de la marca personal en el sector legal (Editorial Círculo Rojo, 2025), un libro que combina reflexión, experiencia y consejos prácticos para juristas que quieren comunicar de manera más humana y eficaz.
“Empecé a escribir y compartir reflexiones en LinkedIn en 2014, y desde entonces la escritura forma parte de mi forma de comunicar y de conectar con el sector legal”, explica Molina. Su trayectoria digital y su primera publicación —Memorias de un laboralista en plena pandemia (2021)— fueron el germen de esta nueva obra, que resume más de una década de aprendizaje sobre comunicación y reputación profesional. El proceso de redacción, cuenta, le llevó alrededor de un año.
Un enfoque desde la honestidad y la experiencia
El autor insiste en que su libro no ofrece fórmulas mágicas ni recetas de marketing. “Está escrito desde la honestidad y la experiencia real”, afirma. El poder de la marca personal en el sector legal explora cómo la autenticidad puede ser una ventaja competitiva en una profesión donde la confianza y la reputación lo son todo.
A lo largo de sus páginas, Molina repasa episodios personales —como su primer juicio o los retos de comunicar en redes sin perder credibilidad— y ofrece herramientas para construir una presencia coherente, constante y consciente. El objetivo, dice, es “mostrar que la humanidad y la comunicación también marcan la diferencia en el mundo jurídico”.
De los despachos a las aulas
La obra está dirigida a un público amplio: desde estudiantes de Derecho y Relaciones Laborales hasta abogados con experiencia que buscan reinventarse o alinear su visibilidad con la estrategia del despacho. También interpela a las firmas que desean unir la marca corporativa con el branding personal de sus equipos, un terreno todavía poco explorado en el ámbito legal español.
“La técnica es esencial, pero la humanidad y la comunicación marcan la diferencia”, resume el autor, para quien la marca personal no debe confundirse con autopromoción, sino entenderse como un proceso de coherencia entre lo que se hace y lo que se comunica.
Una llamada a humanizar la profesión jurídica
En un momento en que la inteligencia artificial, la automatización y los entornos digitales están redefiniendo el ejercicio del Derecho, Molina propone recuperar el valor de lo humano. El poder de la marca personal en el sector legal es, en ese sentido, tanto una guía práctica como una invitación a reflexionar sobre el papel del jurista en la sociedad.
“Lo que realmente genera confianza no es sólo la técnica, sino la forma en que nos mostramos como profesionales y personas”, sostiene el autor.
Con un estilo claro y directo, el libro aporta claves para gestionar la presencia digital sin perder la esencia del oficio. Un texto que, más allá del marketing, plantea una cuestión de fondo: cómo construir una reputación jurídica sólida en un mundo donde la visibilidad y la autenticidad son inseparables.






