Bajo precio de las bebidas en el Congreso

Por Imma Domènech
Sabadell
Traducido por Andreu Monfà

Según las fuentes de la Presidencia del Congreso, bajo ningún concepto se trata de una subvención encarada a las bebidas alcohólicas, sino que lo que se busca potenciar es el mantenimiento de sesenta lugares de trabajo de la empresa, el grupo Arturo Cantoblanco, que está al cargo de las instalaciones del Congreso, cuyo contrato salió la semana pasada a concurso por un importe de 2,18 millones de euros para los dos próximos ejercicios. Esta respuesta ha debido de salir rápidamente, después de que tanto IU como ERC hayan presentado un escrito a la Mesa en contra del bajo precio de las bebidas alcohólicas que se pueden consumir en las cafeterías, ya que entienden que no es justificable bajo ningún concepto. Teniendo en cuenta que es muy difícil ir a hacer una copa por Madrid y que su coste no se vaya más allá de los ocho euros, lo que estas dos agrupaciones políticas ven inverosímil es que en el Congreso, por ejemplo tomar un gin-tonic solo tenga un coste de 3,75€ tanto para los políticos como para sus invitados.

Este gran debate también se suscitó en Galicia, donde en 2007 se erradicaron por vía reglamentaria las bebidas de alta graduación en los servicios de restauración del Parlamento de Galicia. Todo vino precedido por una discusión política cuando se hizo un comedor VIP en los inicios de la austeridad, que encontramos implantada cada vez más. En cambio, este no es el caso del Congreso; ya que su servicio de restauración contará con servicios muy variados: más de un centenar de productos, todos a un precio muy razonable; una gran bodega a precios más competitivos que los de los establecimientos madrileños con varias tipologías de vodka, ron, cava, champán, etc. Pero estos precios tan bajos no solo se producen en los combinados de bebidas alcohólicas, sino que también hay una rebaja realmente importante con los desayunos. Podemos ver que, por ejemplo, en el menú del desayuno se puede tomar esta comida por solo 0,95€ incluyendo café o infusión, más cuatro churros, croissants o tostadas.

Pero parece ser que este debate no solo se ha generado en Madrid. En Ourense también hay una gran polémica en torno a las bebidas alcohólicas. La estabilidad del gobierno local de Ourense se ha visto afectada estos últimos días ya que se pagaban con dinero público todas las bebidas alcohólicas de alta graduación que eran consumidas por sus dirigentes. Como en Madrid, el caso aún sigue generando debates, declaraciones, presiones y controversias.

El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya, Alfred Bosch, ha criticado abiertamente que las bebidas con alta graduación tengan un “coste estipulado y protegido”, recordando que en el Parlament no se permite la venta de destilados. “No vemos por qué, si se hace en el Parlament, no se puede hacer aquí”, dijo en los pasillos del Congreso. En la misma línea han actuado tanto UPyD como IU al proponer que todas las bebidas alcohólicas se excluyan de esta lista de precios reducidos. Rosa Díez, líder de Unión Progreso y Democracia argumentó que “tenemos que ver cómo subsanar esta partida para que el alcohol no tenga ni un céntimo de subvención”. Y en el mismo sentido, Ricardo Sixto, portavoz de la dirección de Izquierda Unida, ha admitido que las bebidas alcohólicas en el Congreso tienen “precios de fiesta popular”.

Esta noticia también ha repercutido en las redes sociales, entre ellas twitter, donde los diferentes usuarios se van posicionando rápidamente en contra del listado de precios de los centros de restauración del Congreso, sobre todo teniendo en cuenta el momento social y económico en el que el país se encuentra sumergido.