Ya hace tiempo que esta tan escuchada crisis llegó a todas partes. La educación universitaria no se ha escapado. Lo saben bien los alumnos de la Universidad Complutense de Madrid, Campus de Excelencia Internacional. Aproximadamente, entre 3.100 y 3.500 estudiantes han sido expulsados de dicha universidad por no pagar la matrícula de sus estudios. Sin previo aviso se les denegó el acceso a la intranet (espacio donde tienen acceso a sus asignaturas, a su correo, al calendario de clases y exámenes…), aunque unos días después, el 17 de mayo, para ser exactos, la Dirección de Comunicación de la Universidad emitió una nota informativa de los hechos. En ella podemos leer: la Universidad Complutense de Madrid (UCM) informa que se había procedido a la anulación de la matrícula del curso 2012-13 de los alumnos que no habían abonado la totalidad de la misma. […] Los estudiantes tienen hasta el día 30 de mayo para regularizar el abono de los pagos pendientes […].
Los estudiantes se movilizaron como señal de protesta por los hechos y llegaron a encerrarse en el edificio del rectorado el pasado jueves. Pedían que les prorrogaran la fecha límite para abonar lo que queda pendiente de la matrícula (oficialmente, el 30 de mayo) hasta el mes de septiembre, y mientras tanto, constar como estudiantes a todos los efectos, esto es, piden que puedan realizar sus exámenes con normalidad.
Fruto de varias negociaciones, el 21 de mayo se emitió una nueva nota informativa mediante la cual se anunciaba que se reactivaban las matrículas y se pasaba a reconocer la posibilidad de pagar en el mes de septiembre, tal y como pretendían. Además, se les ofreció la posibilidad de solicitar des del 27 de mayo al 7 de junio el fraccionamiento en dos ó cuatro veces de lo que queda pendiente de pago a través de la aplicación web de la misma universidad.
¿Pero y si llega septiembre y aún no han pagado? Tendrán que abandonar los estudios porque no tendrán la matrícula abierta. Y si más adelante quieren volver a las aulas tendrán que abonar hasta más del doble del precio en concepto de segunda matrícula.
Aunque han conseguido el objetivo que inicialmente se proponían (posponer el día límite para abonar lo que queda pendiente de matrícula), unos 50 alumnos continúan encerrados en el rectorado, pues piden que el campus les ofrezca un sistema de becas hasta cubrir la cuantía mermada para las becas ofertadas por el Ministerio de Educación. En su día, el rector de la Universidad dijo que destinaría un millón de euros para financiar un sistema de becas, pero muy probablemente esta propuesta se quede en nada porque si reclaman el dinero de las matrículas difícilmente al mismo tiempo sufragarán este dinero que reclaman mediante becas.
Recordemos que este año ha habido una subida histórica de tasas universitarias. En Madrid, en concreto, se han incrementado un 38%, y esto, justamente con la creciente dificultad para obtener becas, ha provocado que muchos alumnos no puedan continuar con sus estudios. La subida de tasas, sin embargo, no es suficiente para sanear las arcas de la Universidad Complutense de Madrid, pues se prevé que “gracias” a éstas se recauden como máximo 123 millones de euros, cifra insuficiente, porque el centro debe un total de 142.
El rector de la Universidad desde 2011, José Carrillo Menéndez, ya se ha pronunciado y ha dicho que no se rescatará a los alumnos que no pagaron la matrícula, pues no pueden renunciar a cobrar la deuda, y pasa la patata caliente al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y a la Comunidad de Madrid en las dos notas informativas emitidas por la Universidad. La vicerrectora ha dicho al respecto que “lo que no puede asumir la Universidad es el problema entero de la crisis”.