I Congreso de Violencia Machista: Una asignatura pendiente. Retos de futuro.

Por Sonia Sarroca 
Barcelona
 

Con un gran éxito de asistencia ha tenido lugar la inauguración del I Congreso de Violencia Machista organizado por el ICAB, creado al objeto de reflexionar sobre el actual tratamiento jurídico de las situaciones de violencia machista y con la finalidad de elaborar propuestas de mejora legislativa.

En declaraciones previas al acontecimiento el decano del ICAB, Excmo. Sr. Oriol Rusca, ha apuntado a dos cuestiones. En primer lugar, a la necesidad de encontrar soluciones para que la víctima de violencia de género esté acompañada de un abogado desde el primer momento en que interpone una denuncia, lo que la ayudará a que tome conciencia de su situación. En segundo lugar, a la preocupación por la lentitud de la justicia en estos temas especialmente sensibles, dado que la víctima se ve perjudicada gravemente ya con el solo hecho de mantener una situación de peligro y de riesgo evidente mientras no se da una solución a su problema. Por ello, el objetivo principal del Congreso es “intentar colaborar a que esta lacra social desaparezca”.

De izquierda a derecha: Teresa Maria Pitarch, Carles Mundó, Oriol Rusca y Mercè Claramunt | El Jurista
De izquierda a derecha: Teresa Maria Pitarch, Carles Mundó, Oriol Rusca y Mercè Claramunt | El Jurista

Teresa Maria Pitarch, presidenta del Institut Català de les Dones, ha remarcado la necesidad de una intervención coordinada de todas las instituciones y agentes públicos, siguiendo la línea de la Ley 5/2008, de 24 de abril, del derecho de las mujeres a erradicar la violencia machista. A pesar de la existencia de leyes como la mencionada, denuncia que la desigualdad entre hombres y mujeres, derivada de creencias patriarcales y machistas, sigue siendo efectiva. Además, esto se agrava con unos procesos judiciales que en muchas ocasiones son revictimizadores: donde las mujeres se sienten cuestionadas, denunciadas por sus propios agresores e incluso en algunos casos acaban siendo condenadas ellas, las víctimas, y absueltos sus agresores; donde se duda, a veces, sistemáticamente de su relato por parte de policías, abogados, fiscales y jueces; donde la proporción entre denuncias y condenas es muy baja; donde cada año en Cataluña se adoptan menos órdenes de protección. Por todo lo anterior considera que iniciativas como el presente Congreso, como exponente del trabajo interdisciplinario en la materia, son fundamentales para impulsar la intervención coordinada en el ámbito de la violencia machista.

Seguidamente ha intervenido Mercè Claramunt, diputada de la Junta de Gobierno del ICAB, que ha querido resaltar el título –“Una asignatura pendiente. Retos de futuro”-, como bastante revelador, y también el formato del Congreso, como idóneo para la finalidad propuesta.

Por último, el Consejero de Justicia de la Generalitat de Cataluña, Honorable Sr. Carles Mundó, ha constatado que la violencia machista está, por desgracia, presente en muchos ámbitos de nuestra sociedad y por eso es bueno aprovechar cualquier oportunidad para denunciarla, hacer más difusión y pedagogía. El Gobierno está haciendo esfuerzos en este sentido pero “mientras haya un solo caso serán esfuerzos insuficientes”, ha declarado. En esta línea, ha expresado su compromiso al contribuir a mejorar esta situación.

Discursos de bienvenida

Una vez empezado el acontecimiento, Oriol Rusca ha dado la bienvenida a los asistentes remarcando que el ICAB siempre ha sido pionero en la protección de los derechos de los más vulnerables y, en particular, fue el primero en establecer un turno de oficio especializado en la defensa de víctimas de violencia de género. Más tarde las líneas perfiladas por la institución, en particular de la Subcomisión de Violencia de Género, fueron acogidas en la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Protección Integral contra la Violencia de Género.

En referencia al Congreso que se inauguraba hoy, Rusca se ha mostrado optimista con los objetivos propuestos y ha emitido una petición al Director General de Interior del Cuerpo de Mossos: que a las víctimas, desde el momento en que llegan a comisaría, se les designe directamente un abogado. También ha hecho énfasis en que se tienen que estudiar las causas, aparte de las consecuencias, para ser “curativos” y no “paliativos”.

Y finalmente, en cuanto al papel de los abogados y abogadas, ha destacado como valores propios de la profesión los de contribuir a una sociedad mejor y más justa; y por eso desde el ICAB se hará una “lucha feroz” contra esta forma de violencia.

Teresa Maria Pitarch, en la línea de las declaraciones previas, ha querido recordar que la violencia de género impacta a mujeres, adolescentes y niños, que la sufren en todos los ámbitos de su vida. Por eso es importante que la intervención se haga de manera coordinada desde cada sector, en los procesos de prevención, detección, atención y recuperación. Este es el modelo de intervención que propone la Ley 5/2008 dónde, a diferencia de la Ley 1/2004, no hace falta que la mujer interponga siempre una denuncia para iniciar un procedimiento. Por eso su art. 33 habilita como medios de prueba calificados para la identificación de las situaciones de violencia machista también cualquier medida cautelar judicial, el atestado elaborado por los cuerpos de seguridad, el informe del Ministerio Fiscal, el informe médico o psicológico elaborado por profesionales colegiados, o el informe de varios servicios especializados.

El Consejero de Justicia, después de agradecer al ICAB la puesta en marcha de un Congreso como el presente, ha puesto de manifiesto que la misma Organización de las Naciones Unidas reconoce que la violencia machista es el crimen encubierto más extenso en todo el mundo. Por ello es necesario que el problema se aborde de forma transversal. En el concreto ámbito del Departamento de Justicia, ha hecho referencia al trabajo de la Oficina de atención a las víctimas, que atendió el año pasado a más de 6300 mujeres víctimas de violencia machista. Ha mencionado, por último, que ante esta situación no podemos ser neutrales, sino que debemos ser implacables.

Conferencia inaugural

Ha tenido lugar a cargo de Teresa Peramato, Fiscal adscrita a la Sala de Violencia sobre la Mujer de la Fiscalía General del Estado. Recordando las históricas palabras de Concepción Arenal sobre la “emancipación femenina”, ha lamentado que todavía hoy estemos hablando de lucha por la igualdad y de violencia sobre la mujer. Y es que todavía, textos como el Convenio de Estambul (Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica) instan a las partes firmantes a que “animen” a todos los miembros de la sociedad, en particular los hombres y los niños, a contribuir activamente a la prevención de todas las formas de violencia incluidas en el Convenio.

Mencionando varios tipos delictivos que sanciona el texto (mutilación genital femenina, matrimonios forzados, agresiones sexuales) Peramato considera que se tiene que invertir fundamentalmente en la prevención, y por supuesto que la sanción tiene que ser implacable.

Ha argumentado que hoy en día la víctima es sujeto de derecho y sujeto de protección, pero para que pueda ejercer todos los derechos que se le reconocen y pueda acceder a toda la protección que se merece es necesario que los hechos lleguen al conocimiento de las diversas administraciones. En este sentido, contamos con un instrumento que a su parecer es muy válido: la orden de protección. Pero aún así las víctimas siguen sin estar concienciadas, pues el último año se ha producido un descenso en las denuncias. Parte de esta carencia de confianza, piensa, también puede tener que ver con el descenso en las órdenes de protección otorgadas.

Teresa Peramato | El Jurista

Seguidamente ha hecho una crítica a la dispensa de la obligación de declarar de las víctimas, cosa que provoca un vacío probatorio -en muchas ocasiones insalvable- cuando la víctima opta por callar. Para Peramato, el art. 416 de la LECrim se erige en favor del agresor, y considera que a la víctima denunciante no se le tendría que reconocer esta dispensa por su bien. Y lo mismo pasa con la obligación de decir verdad, que en última instancia podría incluso derivar en una condena por falso testimonios a la propia víctima. En este sentido Peramato ha propuesto acudir al derecho comparado, como el Código Penal francés, donde no se le toma declaración de decir verdad a la víctima para que pueda enfrentarse libremente a su agresor.

En cuanto a la teoría de los testigos de referencia ha argumentado que deberían acercarse más a la prueba directa y que junto con otros indicios (como el atestado, el informe médico de lesiones, etc.) tendrían que llevar a más resultados condenatorios. Afortunadamente, esta es la línea que ha adoptado la reciente STS 806/2015, de 11 de diciembre.

Por último ha hecho una referencia a los niños que son víctimas de la violencia de género como sujetos especiales de protección que tienen derecho a vivir en un entorno libre de violencia; y ha acabado poniendo de manifiesto que la violencia de género entre los adolescentes está llegando a cifras alarmantes, agravada sobre todo por el fenómeno de las nuevas tecnologías.

Primer foro

Para concluir la jornada ha tenido lugar el primer foro, titulado “La situación de los juzgados de VIDO en Cataluña. Diálogo para construir un nuevo marco de intervención jurídica”, que se ha dividido en dos mesas de diálogo. En la primera han intervenido María Isabel Morán, Ester García y María Antonia Coscollola, moderando el debate Andreu Van den Eynde. En la segunda, Anna Choy, Laia Rosich y M. Pau Rosas, moderando el debate Montserrat Salvador. En las mismas se han debatido cuestiones sobre el procedimiento judicial en materia de violencia de género, como la valoración objetiva del riesgo para otorgar una orden de protección o la difícil tarea de la prueba, desde las perspectivas de la fiscalía, la abogacía y la magistratura.

Primera mesa. D’esquerra a dreta: Maria Antonia Coscollola, Ester García, Andreu Van den Eynde y María Isabel Morán | El Jurista