El 85% de los abogados reconoce que la crisis está provocando serias dificultades económicas en los bufetes

Redacción.

Mal en lo económico, pero cada vez mejor en calidad, sensibilidad, competencia profesional y atención a los derechos de los ciudadanos y los nuevos problemas sociales”. Esta es la principal conclusión del VI Barómetro Interno de la Abogacía realizado a abogados por Metroscopia y presentado esta mañana por el presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, y el presidente de Metroscopia, José Juan Toharia.

Carnicer y Toharia

Durante la presentación, Carnicer ha destacado que este Barómetro “nos da más y mejores pautas de cómo se está comportando la profesión” con el objetivo de mejorar “la formación permanente y continuada de los abogados”, ya que la internacionalización y globalización exige una abogacía muy preparada. Por su parte, Toharia ha reconocido que parte del éxito de la Abogacía se basa en “conocer lo que de verdad pasa en la profesión”, asegurando que es una “rareza que una institución pública quiera saber realmente la realidad” del colectivo al que representa.

La actual crisis económica se está haciendo sentir en la situación financiera de los bufetes. De hecho, el 85% de los abogados ejercientes reconoce que muchos compañeros están atravesando serias dificultades económicas. Este porcentaje es superior en 21 puntos a la visión de la economía que tenían los letrados en 2008.

Nunca había estado tan extendida entre los abogados la sensación de precariedad económica en el ejercicio de la profesión. De hecho, el 41% de los encuestados (el doble que en 2003) afirma que sus ingresos profesionales están por debajo del nivel medio de los letrados y el 51% realiza un balance negativo sobre la situación en la que se encuentra la profesión.

Alta y creciente satisfacción con la organización colegial

Para los abogados, sus Colegios Profesionales siguen representando una institución útil e importante para el mejor funcionamiento de la abogacía y descartan que sea un residuo histórico obsoleto.

El grado de satisfacción global con el funcionamiento de la organización colegial sigue creciendo. El Consejo General de la Abogacía Española mejora de forma importante en la puntuación obtenida por los abogados con una nota de 6.1 frente al 5.1 alcanzada en 2003. Por su parte, los colegiados evalúan con una puntuación media de 6.6 a los Colegios, un punto más que en 2003 y a los Consejos Autonómicos con 5.8 puntos frente a los 5.1 de 2003.

Los variados servicios prestados por los Colegios son evaluados por los abogados de forma muy positiva, fluctuando entre una puntuación mínima de 6 y una máxima de 7 puntos. Los abogados más jóvenes son los que mejor valoran estos servicios y destacan los principales: formación, difusión de informaciones de interés, modernización, defensa de la profesión, control deontológico…

Los encuestados reconocen la importancia de las nuevas tecnologías para su profesión y, de forma mayoritaria, reconocen que su Colegio está dedicando los recursos suficientes para que los colegiados se modernicen. Actualmente, el 79% de los abogados dispone de carné colegial con firma electrónica, un porcentaje superior en 21 puntos a 2009.

Administración de Justicia: Buenos jueces y mala justicia

Los abogados se manifiestan de forma unánime al considerar el 86% de los encuestados que la Justicia está en una situación de crisis muy grave y profunda que necesita una auténtica refundación para adecuarla a las realidades sociales. Por este motivo, un 92% de los letrados reclama con urgencia un nuevo Pacto de Estado que ponga remedio al estado actual de la Justicia.

Un masivo 91% considera que los gobiernos –independientemente del signo político- intentan controlar la Justicia antes que emprender mejoras para su modernización y eficiencia. Los abogados denuncian que los problemas de la Justicia dependen de cómo está organizada (79%), de una organización más propia del siglo pasado que del siglo XXI (79%) y de que existen diversos cuerpos que no están debidamente coordinados (74%). Además, el funcionamiento de la Justicia se realiza de la forma más conveniente para jueces y juristas y no de acuerdo a lo más cercano y útil para la ciudadanía (68%)

No obstante, el 84% de los abogados –porcentaje muy cercano a la opinión del conjunto de la población- sigue pensando que, con todas sus imperfecciones, la Administración de Justicia representa la última garantía de defensa de la democracia y de las libertades, en definitiva, buenos jueces y mala Justicia.

Corrupción elevada, concentrada en la vida pública e inadecuadamente combatida

La misma pauta existente en la sociedad española se registra también entre los abogados: el 95% considera que en España existe mucha corrupción, pero concentrada específicamente en la vida pública.

El estudio de Metroscopia concluye, al igual que en la sociedad, que es más intensa la sensación de que existe una corrupción extendida que la experiencia de los abogados de haberla padecido. En España, la sensación de que existe corrupción se sitúa en los niveles registrados en Rumanía, pero en cuanto a la experiencia personal de corrupción los datos españoles son equiparables a los de Alemania o Dinamarca.

La causa de que la corrupción haya tenido un impacto tan intenso y sostenido en la ciudadanía se debe –según los abogados- a que no se combate con la prontitud y determinación debida. El 91% de los encuestados considera que los partidos políticos tienden a proteger a los implicados en casos de corrupción en lugar de denunciarlos y expulsarlos.

Tasas judiciales: sin justificación

De forma casi unánime (88%), los abogados siguen pensando que la Justicia debe ser financiada exclusivamente con cargo a los Presupuestos Generales del Estado y para el 76% de los encuestados no existe justificación posible a la introducción de tasa judicial alguna.

Marca Abogacía: la profesión jurídica mejor evaluada

De entre todas las instituciones judiciales y profesiones jurídicas, los abogados son los que en mayor medida merecen la confianza de los ciudadanos. La imagen que los letrados tienen de su profesión concuerda –de forma clara- con la percepción básica que de la misma tiene la población española.

En la actualidad, la Abogacía es percibida por la sociedad como un cuerpo profesional que, mediante la defensa y promoción de derechos e intereses particulares, contribuye de forma decisiva al interés general y a la garantía de derechos ciudadanos básicos.

La Abogacía Española ha logrado –en los últimos 10 años- que su prestigio corporativo haya devenido en una imagen de marca con un claro valor en nuestra sociedad. Los factores más relevantes que han contribuido a la imagen de marca son:

  • El ‘espíritu de cuerpo’ detectado de forma creciente en el seno de la Abogacía
  • La labor, cada vez más coordinada e integrada, de los Colegios y del Consejo General de la Abogacía como entidades que mantienen el espíritu de cuerpo profesional

El creciente reconocimiento que merece a la ciudadanía el continuado esfuerzo de la Abogacía por prestar la mejor asistencia jurídica posible a los más desfavorecidos (Justicia Gratuita y Turno de Oficio) así como su oposición radical a unas tasas judiciales discriminatorias.