El fin de las aceiteras de aceite en los restaurantes

Per Neus Teixidor.
Madrid.

El Consejo de Ministros del viernes 15 de noviembre de 2013 aprobó el Real Decreto 895/ 2013, por el que se modifica el Real Decreto 1431/2003, de 21 de noviembre, que establece determinadas medidas de comercialización en el sector de los aceites y los orujos de oliva. Este texto determina que los aceites que estén a disposición de los consumidores en establecimientos de restauración, hostelería y servicios de catering deben encontrarse en envases correctamente etiquetados. Además, se potencia el uso de envases de una sola utilización. Por otra parte, los envases que no se agoten con un único uso, poseerán un precinto impedirá su reutilización y el sistema de apertura quedará destruido con el primer uso. Por tanto, esta medida acaba con la utilización de las tradicionales aceiteras.

Esta normativa entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2014. No obstante, el Gobierno ha considerado oportuno que los aceites adquiridos por los sectores afectados antes de la entrada en vigor de la norma, se puedan seguir utilizando hasta el día 28 de febrero de 2014.

Según el Gobierno, el objetivo de la medida es reforzar la competitividad de España en el sector del aceite de oliva, ya que supone una garantía de la calidad, las características y la autenticidad de los aceites puestos a disposición del consumidor final. Al mismo tiempo, sirve para dar a conocer las denominaciones de origen, las indicaciones geográficas protegidas y las marcas consolidadas en el mercado.

Esta medida nace en el marco del canal HORECA, que consiste en una agrupación de los establecimientos del sector de la restauración, hostelería y servicios de catering, y el “Plan de acción sobre el sector del aceite de oliva de la Unión Europea”. Este plan recoge diversas medidas encaminadas a mejorar la competitividad del sector del aceite. Una de las medidas consiste en estimular que los Estados Miembros no permitan la utilización de envases reutilizables.

Inicialmente, esta medida fue impulsada por la Comisión Europea con el apoyo de los países productores de aceite de oliva (España, Italia, Grecia y Portugal). Sin embargo, se vio obligada a retirar la propuesta por la presión del resto de Estados. A pesar de esta situación, el Gobierno decidió seguir adelante con la prohibición.

Previamente a la adopción de esta norma, han sido consultadas las Comunidades Autónomas y las entidades más representativas de los sectores afectados. La Comisión Interministerial para la Ordenación Alimentaria emitió un informe favorable.

En este sentido, la decisión ha sido muy bien aceptada por las Cooperativas Agroalimentarias de España, ya que consideran que un etiquetado muy estricto es indispensable para garantizar la calidad del producto. Al mismo tiempo, la Federación Española de Hostelería y Restauración ha mostrado su rechazo a la medida, que considera innecesaria y despilfarradora de alimentos, ya que la utilización de dosis individuales de aceite” es excesiva para una tostada o una ensalada”.