Me reciben a las diez de la mañana en la duodécima planta de un edificio alto en la avenida Francesc Macià de Sabadell. Delante de mí tenía toda la ciudad de Sabadell. Todos los estudiantes de Derecho soñamos algún día con tener a nuestros pies vistas como estas. Miquel Fortuny. Abogado. Emprendedor. Emprendedor del Derecho. Se ríe cuando me indica que nos llevamos veinte y tantos años y aun así hablamos la misma lengua. Me transmite esa ilusión de los que llevan más de 20 años emprendiendo. Miquel Fortuny es un emprendedor del Derecho. Cree en lo que dice, en el esfuerzo que se necesita para recorrer el camino necesario. No solo cree en los nuevos modelos de despachos de abogados, sino que él los ha creado. Me habla del abogado del presente, de profesionales con conocimientos técnicos, ilusión y empuje para cambiar las cosas. Pero hoy hablamos de Legal In, su nuevo proyecto, un bufete de abogados online. Sí, señores: online. Pero me guardo para otro día contaros dónde estaba Miquel Fortuny cuando yo empecé la Universidad.
La idea surgió de una necesidad, al ver que realmente hay mucha clientela que no quiere desplazarse cuando contrata a un abogado, y que tiene medios tecnológicos suficientes para contratarlo sin tener que desplazarse, moverse físicamente. Al ver esta necesidad se intenta crear una plataforma dirigida a este tipo de clientes, específicamente, a este tipo de target.
¿Y cómo funciona? ¿Como un despacho en sí o como una plataforma de búsqueda de abogados?
Legal In es un bufete de abogados en Internet. No es la página web de un bufete de abogados, es un despacho en la red. Esto significa que los clientes se mueven en un entorno totalmente digital y es el bufete en la red quien interactúa con los clientes. Por ejemplo, el cliente tiene sus expedientes en línea y los puede consultar en cualquier momento a través de un acceso directo, contrata al abogado vía Internet con su tarjeta de crédito, se relaciona con el abogado por correo electrónico, Skype o mediante cualquier otra plataforma similar, y al mismo tiempo paga por fases, en función del servicio que está descrito en la webshop. Se paga por fases y se controla el pago de estas fases, porque lo que hemos visto es que en la red no hay confianza cuando se trata de pagar a los bufetes de abogados. Lo pagas por anticipado, lo has pagado y no sabes qué hará el abogado. Lo que nosotros queríamos es que fuera una webshop, tal y como la que me gustaría encontrar como consumidor. No como hasta ahora, que no había webshops, pero sí que había algunas plataformas de webs de bufetes de abogados que ofrecían algunas funciones vía Internet desde X a… Aquí tenemos un precio cerrado, el cliente accede realmente a un despacho virtual.
¿Quién trabaja para Legal In? ¿Es Legal In parte de Fortuny Abogados o buscáis abogados de toda España para cada caso específico?
Fortuny Abogados es el fundador de Legal In, pero no necesariamente quien presta los servicios. Opera como un of counsel de Legal In. Nosotros supervisamos y damos prestigio al proyecto, por eso los precios no están “tirados”, están ajustados a la calidad. A nivel operativo y de prestación de servicios, podemos hacerlo con abogados externos, con abogados propios de Legal In o de otras mil formas más que se puedan imaginar.
¿No se puede perder el trato más humano en la relación cliente-abogado?
Sí, pero el tipo de pie de unidades de negocios son propicios a no tener este contacto, están más industrializados, donde para el cliente prevalece el resultado sobre el trato. El cliente quiere ahorrarse costes y desplazamientos. Sí es frío, pero el cliente que lo ve frío, también lo ve mucho más operativo para él.
¿Es más efectivo para el cliente?
Es más efectivo para él. Yo tengo una prima que se va a Australia. Aquí tiene un piso, y para irse en Australia ha tenido que alquilarlo porque tiene que pagar una hipoteca. Si ella está en Australia y el inquilino deja de pagarle… ¿Cómo lo hará? Buscará por Internet un despacho en España para echarlo. Este es el target de Legal In. No se desplazará de Australia hasta aquí para buscar un abogado. Entonces, ¿qué prevalecerá?, ¿el trato personal o la operatividad?
La operatividad.
Este es el target de Legal In.
Por otra parte, la Abogacía Virtual. Se habla mucho sobre si se está cambiando el entorno del mundo del Derecho. ¿Qué opina usted de la Abogacía Virtual? ¿Podremos encuadrar aquí Legal In?
Sí, es un pilar más de la Abogacía. Igual que hay empresas que tienen tienda online y también tienda física en la calle, y una no excluye la otra. Yo no creo en la Abogacía Virtual como excluyente, sino como complementaria. Ahora hay mucho debate sobre si en el futuro la Abogacía Virtual excluirá lo tradicional. Yo entiendo que un abogado nunca podrá hacerlo todo, todo, todo virtual. Es como si me dijeras que un cirujano te puede operar por Internet. Aunque sí es cierto que, si te fijas, es un complemento, como hacen las empresas que tienen su tienda. Zara también tiene su tienda online, es complementario. La Abogacía Virtual no es excluyente, es complementaria.
¿Se puede imponer el modelo virtual al más tradicional?
En determinadas unidades de negocio, como lo más cómodo, puede ser que se acabe imponiendo, sin duda.
¿Dos o tres ejemplos?
Familia a nivel de mutuo acuerdo, contractual y a nivel de monitorios, desahucios… Cosas que el cliente pueda incluso hacerlas él mismo. El cliente acabará siendo autodidacta y te acabará enviando el trabajo para que se lo valides como abogado. Creo que en diez años esto será lo que veremos en determinadas unidades de negocio, que son, un poco, las de Legal In.
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Tenemos que entender que está muy bien hablar de conceptos virtuales, pero detrás hay una inversión de I+D de los despachos, de recursos humanos, porque el cliente quiere una respuesta rápida, incluso en horas, porque busca en Google y si no le das tú las respuestas, otros dos ya se la habrán dado. Y el cliente aprecia esta velocidad. Es un negocio difícil. Todo el mundo está en plan titular; Tenemos que ir a lo online, a lo virtual… ¿Pero, qué es esto? A mí me gusta dejar las cosas a la cuenta de explotación del negocio, que no se quede solo en filosofía de Márketing. Vale, de acuerdo, montamos un despacho virtual. Vale, ¿pero, y la cuenta de explotación, dónde lo nota? Tendré que poner más gente, tendré que invertir en tecnología, tendré que invertir en una página web, tendré que diseñarla para que sea atractiva y se detengan más de 5 segundos en ella… Claro, todas estas cosas en plena crisis son como una contradicción. Por eso yo creo que los que estamos haciendo esto, y en Barcelona hay bastantes, creo que quizá tenemos ventajas competitivas o creemos que realmente este es el camino y por eso hacemos el esfuerzo por intentarlo. Todo es muy efectista, muy gráfico, pero detrás de todo esto hay una inversión muy potente. Y esta es la parte que no se ve. Y al fin y al cabo, la cuenta de explotación es la que manda.
¿Qué recibimiento está teniendo Legal In?
Ha habido mucho interés a nivel de prensa especializada y en Internet. Pero, acabamos de empezar. Yo le doy a todos los proyectos un mínimo de un año de margen, y de aquí a un año podremos hacer algo más de balance a nivel de cuenta de explotación. Pero de momento estamos contentos. Yo normalmente hago las cosas para divertirme y me estoy divirtiendo mucho. Incluso corrí el maratón de Barcelona con camisetas de Legal In. Esto es lo que cuenta, si le pones ilusión y te diviertes, además de la cuenta de explotación, puedes tener paciencia para esperar los resultado