Abogado, llegas tarde al Big Data

A.AlegriaPor Alvaro Alegría

Telecommunications Delivery Manager en Synergic Partners

Un despacho de abogados, es una empresa. Esta afirmación, que parece obvia, en realidad no lo es. Y es que muchos despachos y abogados individuales se resisten a entender sus despachos como empresas y, en consecuencia, a aplicar en estos las tendencias empresariales que si se aplican en el resto de sectores.

Un ejemplo muy claro es el uso de las redes sociales. En este sentido, podemos observar que, mientras que en la mayoría de los sectores de actividad el uso de las redes sociales está ampliamente extendido, en el sector legal no es así e, incluso, hay quien sigue discutiendo la conveniencia, necesidad o beneficios de que un abogado esté presente en el entorno virtual.

Por si suena a exageración, aquí un dato significativo. Un ranking del diario Expansión afirma que de los 15 mayores despachos de España por volumen de facturación, 5 no tienen cuenta en Twitter. ¿Algún otro sector donde el 33,33% de los principales actores no están presentes en Twitter?

Pues bien, cuando los despachos aún andan a vueltas con las redes sociales, el resto del ecosistema empresarial está posicionándose de cara a una revolución que ya nada tiene de futuro, sino de presente: la del Big Data. Y, en efecto, es una  revolución. Porque el Big Data lo está cambiando TODO. En nuestra era, la información es poder y el Big Data es información al cuadrado o al cubo. De hecho, se habla de que los datos son el petróleo del s.XXI.

Dentro de pocos meses (si, meses y no años), enfrentarte a un competidor que usa Big Data cuando tu no lo usas, será lo mismo que echar una partida de billar, solo que tú llevarás los ojos vendados y tu competidor no.

Hasta ahora, la evolución tecnológica en el mundo jurídico se ha centrado en mejorar la eficiencia: programas de gestión, bases de datos informatizadas, almacenamiento en la nube… ¡Si lo más moderno del momento en el sector jurídico en España es Lexnet, un mero sistema de presentación telemática de documentos y que además funciona mal!

En cambio, el Big Data es la primera herramienta en décadas que puede cambiar completamente el ejercicio de la abogacía. Y, de nuevo, por si alguien es escéptico, a continuación se presentan algunos ejemplos sobre aplicaciones de la misma en el sector jurídico que ya se están llevando a cabo en otros países, principalmente Estados Unidos y Reino Unido; como puede ser la automatización de procesos de gestión o el uso de inteligencia artificial para agilizar procesos mecánicos como la revisión de documentos y contratos. Además, la utilización de algoritmos de Machine Learning es capaz de ayudar al sector jurídico en  asesoramiento procesal y hasta automatizar decisiones basadas en casos similares. Otros usos típicos sería para campañas de Marketing personalizadas en función del perfil de nuestro cliente; diseño de tarifas, pero también en la selección de candidatos más idóneos para nuestra firma en función de múltiples variables, como puede ser incluso redes sociales y su comportamiento digital, con el fin último de agilizar los trámites de contratación en un sector tan dinámico y que a veces requiere gran especialización.

Por si todavía alguien sigue pensando que esto es una exageración y que el Big Data no tiene este potencial de cambio, un dato más: ya existen despachos que son capaces de ofrecer en 20 minutos, respuestas sobre estrategia procesal que antes requerían 20 días de trabajo.

Haz un cálculo del ahorro que algo así supone para un despacho y ahora, piensa que ese despacho le aplica ese ahorro al cliente en su propuesta comercial. ¿Cómo va a competir tu despacho contra algo así? Y ahora no sirve escudarse en que no compites en precio, sino en calidad, porque las herramientas que han permitido tomar la decisión en 20 minutos ofrecen un nivel de calidad excelente, basado en datos medibles y contrastables.

El que avisa no es traidor… es hora de actuar!