Directorios jurídicos: ¿todos valen para ser reconocido?

Por A. Salvador.
Barcelona.

¿Cómo ascender hasta la cima de la abogacía? ¿Cómo ser reconocido entre compañeros y clientes como una primera espada del sector? Es indudable que la era del Marketing Jurídico ha revolucionado el sector legal; estamos viendo como pequeños veleros parece que surcan los mares creando un mayor impacto mediático en el sector que los grandes transatlánticos. El océano del sector legal últimamente siempre está agitado; tantos en busca de aumentar su visibilidad frente a potenciales clientes, de ser reconocidos como los mejores, los más técnicos o los más especialistas.

El reconocimiento se ha convertido en el nuevo (o no tan nuevo) canto de sirena; resulta difícil para muchos hacer oídos sordos al mismo. La vieja escuela sigue imperando y transmitiendo la doctrina en la cual el reconocimiento en el sector legal se adquiere a través de la experiencia, de los años ejercidos y del propio talento de cada abogado. Llegados a un punto de nuestra carrera es obvio que, algunos de nosotros, atraeremos la atención de los directorios más prestigiosos, así como de headhunters ávidos de poder negociar nuestros fichajes hacia otros clubs. No nos engañemos, siempre es un orgullo poder formar parte de los directorios más prestigiosos nacionales e internacionales. No obstante, ¿hemos de centrar nuestros esfuerzos en estar incluidos en todos los directorios como primeras espadas?

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Directorios jurídicos: ¿todos valen para ser reconocidos?

No podemos obviar, ni tampoco negar que el mercado de la venta de servicios jurídicos es una dura jungla, donde destacar en el propio mercado o campo de especialización es un plus muy valorado. Ser reconocido (y bien reconocido) en el sector, tanto por clientes como por compañeros, puede volverse, más que una necesidad, una obsesión para muchos; muchas veces se materializa en el deseo de aparecer en cualquier directorio jurídico que pueda saciar nuestra sed de reconocimiento.

Hablamos con Paloma Díaz Lorente, socia en Comunica Legal, firma de consultoría de imagen y reputación especializada en empresas del sector legal y financiero, quien nos expone muy claramente que “el cliente de hoy está mucho más informado y sabe distinguir los directorios que sesgan por la calidad del trabajo de aquellos cuyo único requisito para aparecer es económico”. En este sentido, prosigue indicando que “con la revolución digital, los despachos están ansiosos por aparecer en directorios, y se puede cometer el error de ir a caer en alguno que no tiene buena fama”.

“Considero que, en este caso, menos es más. Antes de prestarnos a salir en cualquier publicación debemos investigar en profundidad a dónde se están mandando los datos de nuestra firma. Es mejor no estar en ningún sitio que estar en muchos malos”, añade Díaz Lorente.

En este mismo sentido, se expresa Patricia Quintana, Legal Communication Consultant en Gericó Associates, “recurrir a un directorio sin reputación solo consigue posicionar a las firmas en un estrato bajo del mercado y aporta escasa visibilidad internacional”. “Mi recomendación para las firmas es trabajar hasta alcanzar esos atributos de marca que den valor y que nos permitirán posicionarnos en los directorios verdaderamente prestigiosos y que aporten realmente un diferencial”, añade Quintana.

Más allá de los directorios internacionales de reconocido prestigio

En los últimos años han empezado a aparecer directorios jurídicos, algunos de ellos, entre otros, aupados por publicaciones jurídicas independientes o como proyectos con alma propia. Aunque muchos de ellos proyectan querer llegar a ser los nuevos referentes en nuestro sector, muchos siguen aún anclados como directorios locales.

Hablamos con Laura Fauqueur, Directora de Marketing & Desarrollo de Negocio de Yingke Adarve quien nos defiende que aparecer en tales directorios puede resultar una buena estrategia si tenemos en cuenta:

  • El posicionamiento SEO, y más si enlazan al web.
  • La búsqueda de clientes que sean personas físicas y micro-pymes, dado que aparecer en estos directorios te puede reportar trabajo.
  • Si eres autónomo o tu despacho es pequeñito, tiene mucho sentido que quieras estar ahí.

En este sentido, Laura Fauqueur nos expone que “estos directorios suelen ser muy locales. De hecho, los que disponen de app propia permiten que un cliente potencial te geolocalice y te encuentre por cercanía física. Eso puede resultar muy útil para quien necesite a un abogado con urgencia. Puede dar una gran ventaja al abogado que se dedique a temas civiles y penales para personas físicas”.

Por otra parte, la Directora de Marketing & Desarrollo de Negocio de Yingke Adarve se muestra también crítica con estos directorios, exponiendo que hay algunos inconvenientes que hemos de tener en cuenta:

  • Hay que vigilar con el hecho de estar en todas partes y no tener la información de tu despacho al día, cambiar de logo o de dirección pero no comunicarlo, contar con abogados que han abandonado la firma, etc. Dar una mala impresión puede ser peor que pasar desapercibido.
  • Hay que tener cuidado también a lo que te expones, porque muchos de estos directorios están abiertos a las evaluaciones de los usuarios, por lo que tienes que estar preparado para vigilarlo y asumirlo.
  • Si tus clientes son empresas, no es ahí donde buscarán su despacho de referencia. Menos aún si tus clientes son asesorías jurídicas internas.
  • La segmentación que suelen ofrecer los directorios muchas veces no es la que tú quieres destacar de tu perfil como despacho / profesional:
    • Muchas son demasiado técnicas como para que el usuario no-abogado sepa dónde buscar.
    • Los perfiles gratuitos suelen limitar el número de especialidad que puedes indicar, por lo que al final puede parecer que no cubres áreas que sí cubres en tu despacho.
    • No suele haber posibilidad de indicar una especialización sectorial, cuando sin embargo es algo que buscan cada vez más los potenciales clientes.
  • No es fácil elegir entre unos directorios y otros ya que no suele haber mucha transparencia en cuanto a leads reales obtenidos, número de visitantes, etc. Y puede ser un pozo sin fondo si no se selecciona con cuidado y se paga por tener perfiles.

Finalmente, Laura Fauqueur concluye que “para los despachos, aunque no sea la herramienta de desarrollo de negocio por definición, puede ayudar, siempre y cuando esté controlado y vigilado con sigilo. Sí creo que para los abogados autónomos son una herramienta de marketing interesante, aunque no suficiente por sí sola, claro

“Mención aparte serían las herramientas (algunas en España, más en otros países como EEUU) y empresas que son directorios, pero que también son mucho más que eso, como por ejemplo AVVO en EEUU, que tienen mucho sentido y a los que auguro un excelente futuro, tanto ahí como aquí en España”, finaliza Fauqueur.