“Un despacho de abogados crece con buena salud si lo hace de manera gradual y progresiva”

Per Alexander Salvador
Traducción por Àngela Francés
Barcelona
 
 

Genís Boadella, abogado y político y licenciado en Derecho por la Universidad Pompeu Fabra nos cuenta como hace más de 10 años ya sobrevolaba en esta universidad aquel mensaje de: “En la diferenciación está la clave del éxito“. No obstante, más allá de sus comienzos, el ex presidente del Grupo de Abogados Jóvenes (GAJ) de Barcelona, nos expone sus opiniones sobre la abogacía, el trabajo de los GAJ y el Colegio de Abogados de Barcelona

Sus primeros pasos en la abogacía

“Empecé trabajando en un despacho de abogados en tercero de carrera”, nos cuenta Boadella, “me di cuenta de que ya en aquellos años la Facultad de Derecho formaba futuros profesionales idénticos a nivel de skills y conocimientos”. Por lo que respeta a la experiencia, el ejemplo es todavía más claro, todos los estudiantes salen de la carrera con la misma experiencia, ninguna. Es por esta razón que empezar a trabajar en tercero de Derecho fue tan interesante. De este modo, al terminar la carrera, cuando todo el mundo tenía solo un título, él podría diferenciarse entre sus compañeros gracias a la experiencia que había ido ganando después de dos años trabajando en un despacho de abogados”.

Sin lugar a dudas, su tesis sobre la diferenciación era correcta. El despacho donde estuvo haciendo prácticas se lo quedó rápidamente, y después de un tiempo, uno de los clientes más importantes de la firma lo fichó como abogado in-house.

"Un despacho de abogados crece con buena salud si lo hace de manera gradual y progresiva"

Un despacho de abogados crece sano si lo hace de manera progresiva

En 2007 decidí dar un nuevo giro a mi vida profesional y dejé de trabajar para un único cliente” nos expone Genís Boadella, “empecé de manera muy humilde, trabajando como autónomo en eso que ahora llaman co-working, pero que en aquel momento no era nada más que un despacho donde se trabajaba con otros abogados con los que compartíamos gastos para reducir costes.” Cuando le preguntamos sobre el momento que elige para empezar esta nueva aventura ríe bastante  “Es cierto que a principios del año 2007 es el momento en el que empieza a manifestarse la actual crisis económica, sin embargo, también es conocido el dicho popular que dice que “los abogados vivimos de las desgracias ajenas”, cierto o no, para mí ese era el momento adecuado.

Después de 7 años, Genís Boadella dirige su propio despacho en la avenida Diagonal de Barcelona, una firma de abogados que cuanta con seis personas más. El abogado defiende unas ideas muy claras sobre el crecimiento de su firma: “Un abogado no debería comprometerse con más trabajo del que puede realizar, y en la contratación deben tenerse en cuenta más variables además de un rápido aumento de la facturación. Esto es lo que tuve claro desde el primer momento”. Los crecimientos exponenciales son peligrosos puesto que pueden afectar a la propia estructura de la firma y propiciar un decrecimiento tan rápido como lo fue su crecimiento”, sentencia Boadella. “El crecimiento más sano para un despacho es el crecimiento gradual y progresivo. Así ha sido el nuestro, y también es el que han adoptado muchas grandes firmas”.

El Colegio de Abogados para los jóvenes

Poco después de empezar su aventura en 2007, una antigua compañera de la Facultad le habló sobre el Grupo de Abogados Jóvenes de Barcelona, una comisión del Colegio de Abogados de Barcelona integrada por abogados menores de 40 años. ”De este modo, esta compañera de la Pompeu Fabra, me invitó a una reunión de la junta. En poco tiempo entré como vocal en el comité ejecutivo, y con los años fui ocupando los cargos de Vicepresidente, durante dos años, y finalmente de Presidente, también durante dos años”, nos explica Boadella.

El gran valor que tienen los GAJ es que no solamente son una gran herramienta para ayudar a los abogados más jóvenes en sus primeros años en la profesión, sin tener en cuenta la rama a la que se dediquen, sino que los GAJ tienen su eje principal de actuación en los intereses transversales de todos estos abogados que todavía están descubriendo el mundo de la abogacía“, nos relata Boadella.

Entre sus actuaciones durante la presidencia de Genís Boadella, el GAJ de Barcelona fue muy beligerante con el tema de las tasas judiciales. Sin embargo, focalizó gran parte del trabajo en explicar que eran estas tasas y por qué la sociedad debía rechazarlas. En cuanto al trabajo realizado por el GAJ de Barcelona, Boadella nos habla con mucho orgullo de la gran tarea de interrelación que se había realizado en el conjunto de la abogacía más joven (actualmente unos 4.000 abogados). De este modo, durante su presidencia se fomentó el hecho de que un abogado joven profiriera una conferencia sobre una materia precisa, cada día, sin falta. Y paralelamente, se propició de manera notable la interrelación a nivel social y humano, entre el colectivo joven a través de actividades constantes en el Colegio, además de formación e intercambio de experiencia. Así, se facilitaban las relaciones entre letrados jóvenes que tenían que trabajar en un asunto juntos o pleitear el uno contra el otro.

Sobre las relaciones con la junta directiva del Colegio de Abogados de Barcelona, Boadella nos habla desde los bueno recuerdos. “Es cierto que siempre puede haber fricciones, puesto que el Colegio tiene que hacer muchos equilibrios para defender los intereses de todos sus colegiados, pero Pedro Yúfera siempre fue muy claro en cuanto a los jóvenes abogados. Él siempre dejaba patente que los jóvenes colegiados somos el futuro del Colegio, los abogados jóvenes no son los abogados de mañana, son los de hoy. Por esta razón, tenemos la responsabilidad de mantener con vida durante las próximas generaciones”.

¿El Colegio de Abogados defiende con suficiente intensidad las cuestiones sociales?

Para Boadella, que ha vivido y vive el Colegio desde dentro, es evidente que hay una mitificación. Siempre se dice que el Colegio de abogados de antes siempre era mejor que el de ahora. Sin embargo, es evidente que la implicación en términos sociales por parte del Colegio de Abogados de Barcelona siempre ha estado presente.

Aun así, Boadella defiende una postura diferente con respecto a temas nacionales: “Desde mi punto de vista, el Colegio de Abogados de Barcelona debería haberse implicado más en temas nacionales. En relación a estos, tendrían que haberse movido más fichas de las que se movieron en su momento. Sin embargo, estoy convencido de que la junta actual moverá ficha mejor que en aquel momento”.